Ayer se reanudó el debate por el crimen de Ramoncito González donde son juzgadas nueve personas. Los testimonios de dos testigos complicaron la situación de los imputados Yolanda Bentura y Carlos Beguiristain. A la primera se la acusó de sacarle fotos a niños que la testigo Ramonita guardaba en una caja de zapatos. Mientras que a “El Brujo” dicen que lo vieron cuando en una reunión en su casa hablaba en otro idioma como si estuviera poseído.
La primera en declarar en la Cámara en lo Criminal de Mercedes fue Florencia Rosso, maestra en particular de Ramoncito. Explicó que era un niño alegre y su relato se centró en las circunstancias en que conoció al menor. “Venía a casa tres veces a la semana para que le ayude con las tareas del colegio y de paso merendaba. Incluso los días domingos lo invitaba a almorzar”, contó la joven. En tanto manifestó que en ninguna oportunidad la víctima hizo mención o comentarios respecto a actos de magia negra.
Luego fue el turno de Olga Pucheta, abuela de Ramoncito. La mujer no aportó mucho a la causa. Habló acerca de la vida del menor y recordó a que a su hija le molestaba que el niño frecuentara la casa de la imputada Yolanda Bentura. También se refirió a la relación que unía a la víctima con Ramonita.
Posteriormente fue llamada a declarar Clara Beban, cuñada del imputado César Carlos Beguiristain. La señora señaló que el acusado llegó desde Buenos Aires para vivir en Mercedes, un año antes de se produjera el crimen del menor. “Mi hijo solía ir a la casa de él, pero a mi no me gustaba mucho porque la pareja casi siempre se encontraban ingeriendo bebidas alcoholicas y eran continuas las peleas”, dijo la testigo.
Por la tarde compareció Liliana Gutierrez que recordó que en una oportunidad que fueron a la casa de Ramonita en compañia de la tía de Ramoncito, días después de que se conociera el crimen, la menor les mostró varios fotografías de niños que tenía en una caja de zapatos y que fueron tomadas por Bentura.
“Me agarró un escalofrio porque vi la foto de mi hija, y al pensar lo que le ocurrió a Ramoncito, tuve miedo”, dijo la señora que sufrió una descompensación y debió ser asistida por un médico en la sala.
Tras un receso brindó testimonio Héctor Insaurralde, sobrino de Beguiristain. Su declaración mas fuerte fue, “en una oportunidad entré de golpe a su casa y vi a mi tío que estaba de una forma rara que me dio miedo. Tenía la voz cambiada y hablaba con otro idioma junto a un grupo de personas que lo acompañaban. No entendía nada de lo que decía”.
Al cierre de esta edición faltaban declarar, Jorge Verdum y Fernando Cano.