En la mina chilena de San José no trabajan sólo 33 personas . Afuera quedaron más de 300 trabajadores que vieron por televisión cómo sus compañeros salían del agujero que los tuvo 69 días bajo tierra. Ahora ellos no tienen trabajo, exigen que se los indemnice y que la empresa les dé alguna respuesta. Según publica hoy la prensa chilena, Bohn y Kemeny les deben 1.300 millones de pesos chilenos, lo que equivale a unos 25 millones de dólares.

Según informó diario chileno El Mostrador, la ayuda del gobierno, el foco de los medios y la preocupación de sus jefes fueron esquivos. El jueves 5 de agosto se quedaron sin trabajo. Y nunca más volvieron a la mina. El minero Arnoldo Avilés fue el primero en hablar: “Tengo una gran preocupación de cómo voy a ayudar a mi familia de aquí para adelante. Sin trabajo, sin sueldo digno, toda una vida trabajando en una empresa en las mínimas condiciones”.

El trabajador agregó que “no sé si encontraré una paga que realmente me de para pagarle los estudios a mi hija, que está en la universidad, y además para llevar un hogar. Hasta ahora nada les ha faltado, pero que de la noche a la mañana les falte el pan se me viene el mundo encima”.

La empresa no aparece. Los dueños de la minera San Esteban, Alejando Bohn y su cuñado Marcelo Kemeny aún no se acercaron a hablar con los trabajadores. No ha habido explicaciones ni disculpas personales. Así lo aseguró Víctor Torres, que durante 15 años trabajó para San Esteban . “Desde que ocurrió el accidente sólo los vemos en televisión. Lo que sí, nos mandaron un mail pidiendo disculpas, pero nunca han mostrado la cara”. En el caso de que se opte por la quiebra, se ofrecería pagar a los trabajadores el 25 por ciento del finiquito el 20 de diciembre y el resto en 11 cuotas, según publicó La Tercera.

Protesta. El domingo durante una misa para agradecer por la pronta recuperación de los 33 mineros rescatados, los que habían quedado afuera interrumpieron en la ceremonia para que sus compañeros los apoyen. En septiembre, el Gobierno impulsó una Feria de Trabajo en la zona para ayudar a relocalizar a los afectados por el derrumbe de San José. Pero los trabajadores se quejaron de que eso no hizo ningún efecto. Por su parte, Víctor Torres aseguró que no se sintieron apoyados por el Estado.

Explicó que las empresas que participaron ofrecían sueldos de 400 mil pesos chilenos, pero ahora les ofrecen unos 300 y les dijeron "que si no nos gusta hay otro viejo que se viene por 250. Como estamos todos afligidos por las cuentas quieren pillarnos por ese lado y así pagarnos menos. Se están aprovechando y todo eso está pasando ahora”.