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Elecciones en Brasil: Sobre la recta final se generan nuevos roces entre el PT y la Iglesia

Elecciones en Brasil: Sobre la recta final se generan nuevos roces entre el PT y la Iglesia
01/10/2010 | A tres días de las elecciones presidenciales en Brasil, la candidata oficialista Dilma Rousseff (que encabeza las encuestas y podría ser electa en primera vuelta), se cruza con ciertos sectores de la Iglesia, que llaman a no votar por la candidata. Las fricciones están centradas en el apoyo de Rousseff a políticas abortistas.  

Los brasileños irán el domingo a las urnas para escoger al sucesor del presidente Luiz Inacio Lula da Silva y una multitud de otros cargos, en unas elecciones generales en las que podrán votar unos 135 millones de personas, apoyadas en un innovador invento local, la urna electrónica.

En total son exactos 135.804.433 electores los habilitados. Unos 200.000 de ellos emitirán sufragio en el exterior.

Tendrán que escoger entre una legión de nada menos que 22.555 candidatos a cargos electivos.

Además del Presidente de la República, los brasileños ayudarán a definir el perfil político del país al escoger a los gobernadores de los 26 Estados de la federación y del Distrito Federal, dos tercios del Senado y la totalidad de la Cámara de Diputados, además de todas las asambleas legislativas estatales.

Será la primera elección desde las presidenciales de 1989 en las que Lula no se presenta como candidato, impedido por la Constitución de intentar una tercer mandato consecutivo, aunque nueve otros políticos aspiran a ocupar su lugar en el Palacio de Planalto.

Son ellos Dilma Rousseff (Partido de los Trabajadores), José Serra (Partido de la Social Democracia), Marina Silva (Partido Verde), Plinio Sampaio (Partido Socialismo y Libertad), Ivan Pinheiro (Partido Comunista), José Eymael (Partido Demócrata Cristiano), Levy Fidélix (Renovador Laborista), Rui Pimenta (Causa Obrera), y Zé Maria (Partido Socialista de los Trabajadores Unificado).

En el Congreso, donde Lula goza de una amplia mayoría entre los diputados y una ajustada superioridad en el Senado, los sondeos indican un fortalecimiento del bloque oficialista, en particular en la cámara alta, donde se renovarán 54 de las 81 bancas.

El mapa político referente a los gobiernos estatales que surge de los sondeos de opinión indica que la coalición partidaria en torno de la oficialista Rousseff deberá resultar vencedora en 14 casos, contra unos seis estados donde el bloque opositor se perfila como ganador. En los estados restantes, el panorama es aún indefinido.

Para procesar elecciones de semejante complejidad, Brasil adoptó experimentalmente en 1989 un microcomputador especialmente desarrollado que se denominó "urna electrónica". Para el domingo, serán utilizadas 483.000 urnas electrónicas, incluidas las de reserva.

Alrededor de un millón de personas podrán votar en urnas con identificación biométrica (bastará al elector colocar el dedo pulgar en una pantalla para ser identificado), un dispositivo que el Superior Tribunal Electoral (TSE) considera inédito en todo el mundo para uso en elecciones.

Con este dispositivo, el TSE espera que antes de la medianoche del domingo ya sea posible anunciar oficialmente el vencedor de la elección a Presidente de la República.

El Tribunal también confirmó la presencia de 150 observadores de 36 países, además de organismos internacionales, para acompañar las elecciones en diversas capitales.

Tensiones

En los últimos días, el tono de la campaña se ha endurecido notablemente. La candidata oficialista, Dilma Rousseff, les salió al paso a los señalamientos que grupos de derecha lanzaron en su contra en días recientes para acusarla de haber cambiado su posición histórica a favor del aborto.

A esas afirmaciones, difundidas en gran parte por la candidata del Partido Verde, Marina Silva, se atribuye que Rousseff haya perdido diez puntos en las encuestas de las dos últimas semanas.

Rousseff, de 62 años, reiteró ayer que no cambiará la ley actual, que permite el aborto en caso de violación o riesgo de muerte.

A lo que el oficialista Partido de los Trabajadores ha descrito como una campaña de desprestigio reaccionó incluso el presidente Lula, que ayer dijo: "De mí decían que iba a cerrar iglesias y a cambiar el color de la bandera".

Miembros de algunas diócesis católicas del estado de Sao Paulo, el mayor de Brasil, recomiendan a sus fieles que no voten a la candidata presidencial, Dilma Rousseff, a la que acusan de defender el aborto, declaró el obispo Benedicto Beni dos Santos.

El religioso afirmó que padres y obispos de 42 diócesis de Sao Paulo "piden" a los católicos que eviten dar su voto a la candidata del Partido de los Trabajadores. "Todos los obispos de Brasil son unánimes en la defensa de la vida y, por tanto, contrarios a la legalización del aborto", declaró Dos Santos, obispo de la localidad de Lorena.

Agregó que algunos religiosos hablan del tema en sus sermones y otros no, porque "los medios para llevar a la práctica" la lucha contra el aborto "depende de cada obispo".

Mensajes en Internet, algunos ilustrados con imágenes de fetos, acusaron a Rousseff de respaldar la despenalización del aborto y el matrimonio homosexual.

La ex jefa de gabinete de Lula votará en Porto Alegre, pero esperará los resultados junto al saliente mandatario en Brasilia. Su más cercano rival, José Serra, votará en Sao Paulo, mientras Marina Silva votará en su ciudad natal del estado de Acre.

Con encuestas estancadas tanto para Rousseff, que con valores entre el 47 y el 50% ganaría en primer turno, como para Serra, quien con entre 26 y 28% quedaría en un modesto segundo lugar sin posibilidades de pelear la Presidencia, sólo Silva ha logrado capitalizar los últimos días de campaña para crecer hasta un promedio de entre 13 y 14 por ciento de la intención de voto.

Serra, de 68 años, quien ha venido perdiendo simpatía entre los votantes desde que lanzó su campaña con una cómoda ventaja de 30 a 17 sobre la candidata oficialista, hizo un llamado similar al de Silva en el acto de cierre de campaña.