Según se supo el sujeto se refugiaba en alguna localidad cordobeza, donde fue ubicado por investigadores de la Policía y ahora podría darse su extradicción de un momento a otro.
En cuanto al juicio, comenzó a las 9.45 y fueron convocados todos los imputados a quienes le pusieron al tanto de cómo se desarrollaron los debates hasta la actualidad.
Luego solicitaron que se retiren todos de la sala donde quedó el imputado César Carlos Beguiristain, ya que fue el único que había declarado.
El tribunal en ese contexto comenzó a exhibir elementos secuestrados a lo largo de toda la instrucción. Beguiristain, entre todos los objetos logró reconocer una carpeta verde, al señalar que en ella existen escritos que bajó de internet con datos de umbandismo.
También reconoció hacha y cuchillos, uno de ellos con manchas de sangre y al advertir esto, el imputado aclaró al tribunal que con esa arma "mataba chanchos".
Ocurrió un breve incidente cuando en un momento Beguiristain le hizo una seña a su abogado, lo cual fue advertido por la sala y le valió una advertencia.
Pero de todos los elementos secuestrados existió uno que llamó la atención. Se trataba de dos cráneos humanos que fueron encontrados en uno de los domicilios de los imputados. Al parecer serían de jóvenes quienes hasta el momento no fueron identificados.