Con el avance de la investigación se complica aún más la situación del único detenido por el asesinato de Ezequiel Riquelme de 14 años que murió al recibir un balazo en el cuello en el barrio Pío X durante una persecución. Se trata de un policía que tiene la jerarquía de oficial. Los testimonios recogidos hasta el momento lo sindican como el autor del disparo.
En la causa declaró el principal testigo del crimen. Se trata de Catalino Flores, propietario de la vivienda donde la víctima se refugió al verse cercado por un grupo de policías que lo corrían.
Fuentes vinculadas a la pesquisa informaron que Flores ratificó lo dicho a los padres de la víctima, “Ezequiel venía corriendo, llevaba puesto una bermuda, zapatillas y tenía el torso desnudo. Me dijo, permiso negro, voy a pasar porque me persigue la Policía. Los efectivos entraron y él les manifestó: está bien, me quedo quieto. Levantó las manos y en ese momento recibió el disparo en el cuello”.
Los investigadores esperan los resultados de algunas pericias para sostener la imputación contra el efectivo detenido, como ser la prueba de parafina o dermotest que será fundamental para el esclarecimiento del caso.
Por otra parte pedirán a otra fuerza nacional que realice las pericias a las armas de fuego secuestradas en poder de los policías que participaron del fatal operativo, para brindar transparencia a la investigación.
El oficial detenido es el único que no ha declarado. Desde la fiscalía señalaron que es posible que la próxima semana la causa sea entregada a la jueza Laura Varela a cargo del Juzgado de Instrucción Nº 5 que analizará el expediente y determinará la fecha en que el imputado brinde testimonio.

El caso
El asesinato de Ezequiel Riquelme de 14 años se produjo el lunes durante un operativo policial en el barrio Pío X.
En la intersección de las calles Las Heras y Gobernador Velazco los policías advirtieron la actitud sospechosa del menor que al notar la presencia policial corrió hacia su casa. Al operativo se sumaron otros móviles y se inició una persecución.
Al verse acorralado, el adolescente ingresó a la casa de un vecino ubicada en Pasaje Las Flores entre Chubut y Santa Cruz, a pocos metros de su domicilio.
El chico fue detenido en el pasillo de la vivienda y herido de un disparo en el cuello. Los perdigones le provocaron una grave lesión y comenzó a desangrarse.
Fue trasladado en un patrullero al Hospital Escuela, donde le extrajeron de la zona del cuello 13 perdigones de goma que fueron ejecutados por una escopeta calibre 12,60 tipo Itaka.
Riquelme fue derivado al Hospital “Juan Pablo II”, donde alrededor de las 23 dejó de existir. Una docena de efectivos que participaron del procedimiento fueron detenidos. Luego de declarar once de ellos recuperaron la libertad, pero quedaron supeditados a la causa.