Pero más allá de la elevada cifra, los funcionarios aseguran que el déficit es aún mayor si se tienen en cuenta a los grupos familiares que no están empadronados en el registro oficial pero que también requieren de una casa.

En el Instituto de Vivienda de Corrientes indicaron que la cantidad de inscriptos al padrón para acceder a una vivienda asciende a los 30.000. Pero la cifra es mayor teniendo en cuenta a aquellos que no están inscriptos en el único registro. En el ente esperan los grandes programas de obras públicas nacionales.

Según manifestaron con anterioridad en el Instituto de Vivienda de Corrientes (Invico), durante septiembre se oficializaría un plan de obras de 1.000 viviendas para la mayoría de las localidades correntinas realizadas con recursos propios del ente autárquico. En el organismo manifestaron que dentro del plan se encuentra la relocalización de los vecinos del barrio costero Arazaty que reclaman vivienda propia desde hace varios años.

“Actualmente el único padrón para acceder a una vivienda propia cuenta con aproximadamente 30 mil inscriptos en toda la provincia, lo que demuestra un incremento en esta gestión”, explicó a El Litoral el interventor del Invico, Gustavo Maidana. “El incremento que registramos es de entre un 10 y 15 por ciento y se debe tanto a las visitas y recorridos por el interior de la provincia como a la difusión de los de los planes existentes”, agregó.

A su vez remarcó que a pesar de la considerable cifra que se maneja dentro de la lista de espera del organismo provincial, el déficit habitacional es considerablemente más elevado.
“Aunque actualmente tenemos 30 mil inscriptos, la cantidad de gente que espera por su propia casa es mayor, porque hay gente que no tomó conocimiento de los programas, o no quiere acceder a una vivienda de Invico y prefiere los alquileres de propiedades”. “En esos casos -dijo- no se puede me-dir la totalidad del déficit porque el registro que se maneja es de los inscriptos”.

Por otro lado, con respecto a los programas de vivienda financiados con recursos propios del instituto, como Lote Porá y Lote Propio en el Invico reconocen que apuntan a un grupo reducido de beneficiarios que poseen un terreno saneado impositivamente y cuentan con ingresos económicos ne-cesarios para acceder al plan para construir o mejorar casas.

En el organismo destacaron que la cantidad de beneficiarios de esos programas es ínfima en comparación del número de inscriptos registrados a lo largo de la provincia.

De esa manera, ante la imposibilidad de solventar grandes planes de obras con los recursos propios se expone la necesidad de la financiación nacional en las obras públicas habitacionales. “Actualmente estamos esperando la financiación de la deuda de 82 millones de pesos que la Nación mantiene con el Instituto para comenzar con los planes de viviendas destinados a paliar el déficit habitacional”, explicaron.
Cabe señalar que luego de 2 años en la paralización de obras de viviendas, el mes pasado desde el ente de viviendas anunciaron un plan de obras de 1.000 casas para la provincia y que se construirían con fondos propios en los próximos 12 meses. Aún así el plan sería oficializado por el Gobierno en septiembre.
“El plan de obras de 1.000 viviendas con recursos propios se desarrollará en casi todas las localidades de la provincia y dentro del programa estamos evaluando incluir la relocalización de los vecinos del barrio Arazaty de la Capital”, ex-presó Maidana. “Actualmente estamos estudiando las características y condiciones del lugar, la cantidad de familias y los terrenos donde serían reubicados los vecinos”, agregó el funcionario.