En lo que va del año se han registrado 32 homicidios en la provincia y todo indica que se superaría la marca de los últimos tres años. La cantidad de asesinatos ya es mayor a la de 2009, periodo en el que se contabilizaron 29 crímenes. Los datos se desprenden de un informe realizado por la Policía de Corrientes al que La República tuvo acceso de manera exclusiva. En el documento se destaca que en el 95 por ciento de lo casos hubo al menos un detenido.
En 2010, febrero encabeza la lista de meses trágicos con la mayor cantidad de asesinatos: 7. Le siguen los meses de enero y mayo con cinco crímenes consumados en cada mes.
De los 32 homicidios registrados hasta el momento, 18 fueron cometidos con arma blanca y 12 con armas de fuego. En tanto que sólo 2 personas murieron como consecuencia de golpes recibidos.
De la cantidad de personas asesinadas, 14 tenían entre 19 y 30 años y apenas 5 menos de 40 y más de 32. Los restantes 10 tenían entre 42 y 82 años. También hubo un recién nacido y un niño de tres años, muertos.
En tanto que de los homicidas sólo siete tienen entre 18 y 20 años; tres superan los 21, pero no los 30, y el resto varía entre los 38 y 67 años.
En la triste lista negra que guarda la policía, la mayor cantidad de asesinatos fueron registrados, hasta el momento, en el 2007, año en el que se cometieron 38 homicidios. En 2008 dicha cifra casi fue alcanzada, pero los crímenes llegaron a 37. En 2009, se produjo una merma de casi diez asesinados, pues se registraron 29. Ahora todo parece indicar que en este año se superarán las marcas de los últimos tres.
No existen parámetros que puedan justificar la merma o el aumento de la cantidad de homicidios.

Crímenes que
conmocionaron al país
De la cantidad de asesinatos registrados en los últimos años, quién podría olvidar el caso de Ramiro Acevedo de 17 años, de Santa Rosa, quien fue encontrado degollado y enterrado en la casa de un amigo, después de haber desaparecido por más de diez días. Ramiro desapareció un 19 de septiembre de 2009. Un menor confesó el crimen y luego de las investigaciones pertinentes, se supo que Ramiro había sido envenenado, degollado y enterrado en el fondo de la casa del presunto homicida.
El hallazgo de la víctima se concretó luego de que el único detenido, un menor de 17 años, amigo de Ramiro, tras permanecer varias horas en la comisaría rompió en llanto y confesó el crimen. Sin embargo, se sospecha que en el homicidio participaron más personas.
Fuentes allegadas al caso dejaron trascender que el acusado del homicidio le había convidado a Ramiro un café con veneno para plantas que a los pocos minutos hizo que se desmayara. Luego habría trasladado el cuerpo hasta una habitación y allí lo había asesinado, para luego enterrarlo en el fondo de su casa sin que ningún vecino de la zona lo advirtiera.

Un salvaje crimen
En la madrugada del domingo 5 de octubre de 2008, Germán Ramírez, de 20 años, regresaba a su casa ubicada en Loreto al 3600, en la capital, en su motocicleta.
Cuando se desplazaba por un camino de tierra y en una zona de monte del puente Negro, fue interceptado por al menos tres personas que lo acuchillaron en distintas partes del cuerpo e intentaron degollarlo. Le sustrajeron la motocicleta y se dieron a la fuga.
Ese mismo día, al mediodía, la Policía encontró a Ramírez en un descampado y bañado en sangre.
Según el informe forense, tenía tres puntazos en la espalda, uno en el pecho, dos a la altura de la oreja derecha y otros tres en el cuello, en el que se evidenciaba un corte profundo en la zona de la yugular.
En principio la víctima figuraba como NN debido a que no tenía documentaciones. Recién el lunes sus padres, que se enteraron del crimen de un joven a través de los medios de comunicación, se dieron cuenta de que se trataba de de su hijo.

Conmoción nacional
Agustín Espeche de 13 años fue asesinado a manos de su amigo de 12, a fines de septiembre de 2008, en Ituzaingó. Agustín llegó a la vivienda de Corrientes al 2000, donde vivía su amigo de 12 años. De acuerdo con lo que trascendió, ambos se hallaban realizando una tarea escolar en la computadora del dueño de casa.
El chico de 12 años admitió que había apuñalado a su compañero en el cuello, cansado de las constantes burlas que Esteche le propinaba. Después de varias contradicciones, se quebró y manifestó que fue él quien había asesinado a su compañero siguiendo un plan que él mismo había ingeniado. A su vez, el chico explicó que desde julio había planeado la manera de terminar con su compañero que constantemente lo sometía a todo tipo de burlas en la escuela.

Por José Agustín Gómez

Fuente: La República