Luego de que ingresó el descargo y la declaración jurada del subsecretario de Transporte de la Comuna, Gustavo Larrea, varios ediles resolvieron analizar con profundidad el caso.
Una de las propuestas la presentó el concejal de Libres del Sur, Gabriel Romero, que solicitó a sus pares el acompañamiento para crear una comisión investigadora, que, entre otras cosas, evalúe si hay incompatibilidades y si además incumplió con los deberes de funcionario público.
Si bien Larrea no trabajó para una empresa correntina, sí lo hizo para una filial de Ersa en el Chaco. “La explicación de Larrea no fue satisfactoria, además el funcionario pretende que nosotros desconozcamos que hay conglomerado de empresas”, señaló Romero al justificar el proyecto que presentará para crear una comisión especial.
A su vez, desde el bloque liberal sostuvieron que es necesario analizar el comportamiento del funcionario y determinar la existencia de incompatibilidades por haber representado los intereses de las empresas.
Pero desde el oficialismo señalan que no hay elementos concretos contra el funcionario, que nunca escondió el trabajo que desempeñó en el Chaco, donde fue apoderado de la Cámara de Transportistas de Pasajeros.
Larrea fue resistido no bien se conoció su currículum, y fueron varias las ocasiones donde desde distintos sectores solicitaron la renuncia. Hasta ahora el intendente Carlos Mauricio Espínola lo protegió.
En esta ocasión, la investigación promovida está vinculada con el pedido de incremento del precio del boleto en un monto que ya fue rechazado, aunque estarían dispuestos a ceder por una cifra menor (ver más en página 9).
El pedido de los empresarios se justificó por el incremento de costos, la merma en algunos subsidios y en el aumento del salario de los choferes, que a partir de este mes superará los 4.000 pesos.
La UTA acordó la semana pasada que los 700 pesos que venían recibiendo los choferes urbanos en forma no remunerativa pasen al básico, a su vez la Nación aportará un suma importante para que se efectivice la paritaria sin tocar el precio del boleto.
En otras palabras, continuarán girando los fondos para que cada colectivero reciba una suma extra, pero hay dudas de su cumplimiento y es aquí donde entra en juego el incremento de las tarifas.
Como en política nada es simple, menos cuando se está en función ejecutiva, la revisión de las tarifas se dará en medio de la fuerte reestructuración que habrá en el transporte público.
Y por esta razón los ediles que responden al intendente, tratarán de que las críticas opositoras de hoy terminen siendo un boomerang que juegue favor del peronismo comunal, pero todo depende de la cintura política.
Más allá de los resultados que logren unos u otros, lo cierto es que habrá un fuerte debate por el transporte público de pasajeros, porque se pondrá en juego desde el servicio que prestan las empresas hasta las tarifas.
Otro aspecto del mismo problema es la suspensión que rige para conformar la nueva Comisión Mixta del Transporte. Mientras siga vigente, el Concejo tiene reducida su posibilidad de actuar.