Concluido todo el proceso de extradición realizado por las autoridades judiciales que entienden en el caso mencionado, el médico cordobés finalmente será extraditado a la Argentina luego de haber permanecido prófugo por espacio de casi un año presumiblemente en Paraguay, tiempo luego del cual decidió entregarse a las autoridades de ese país y a partir de ahí quedar alojado en la cárcel de Tacumbú, situada esta en las afueras de la capital paraguaya.

A partir de su localización, desde la justicia local se abocaron a la tarea de pedir su extradición que finalmente ahora se va a concretar.

Este sonado caso llegó a tener rápidamente repercusiones en medios nacionales por la condición misma de Villegas, un reconocido médico pediatra que hacía treinta años residía en Santo Tomé, activo militante y dirigente de la Unión Cívica Radical con lo cual llegó a ocupar cargos de relevancia de carácter institucional como ser concejal y presidente del concejo deliberante, además de haber sido director del Hospital San Juan Bautista y titular de la Zona Sanitaria Quinta. También ejercía la docencia como profesor universitario.

Sin embargo, a mediados de 2008, la comunidad santotomeña se vio sacudida al tomar estado público una denuncia que en su contra le formuló una de sus hijas por presunto abuso sexual, un caso con diversas aristas y lleno de interrogantes. Enseguida los medios nacionales se interesaron por el caso y la hija de Villegas – denunciante en el caso- concedió numerosas entrevistas a canales porteños donde ventiló detalles del supuesto hecho que había denunciado ante la fiscalía de instrucción.

En ese contexto, ya lo mediático había superado a lo judicial y en cuestión de días, familiares y amigos de María José Villegas (ahora Santisteban) organizaron una primera marcha por las calles de la ciudad pidiendo “justicia”, la cual contó con aproximadamente unas cuatrocientas personas. Semanas después, otra manifestación se realizó pero esta vez el punto de partida fue desde el frente de la facultad de medicina donde el acusado era titular de una de las cátedras, hasta finalizar frente al Juzgado de Instrucción.
Pero esta vez la concurrencia no logró colmar las expectativas de sus organizadores y tampoco obtuvo la adhesión de más de cien personas.

La historia dice que pasaron los días y a Carlos Villegas no se lo vio más por Santo Tomé. Así quedó flotando la sensación que ante lo ocurrido, la opinión pública santotomeña aparecía como dividida por una sencilla razón. El acusado, era uno de los hombres más influyentes y respetado en el escenario político local, tenía “vuelo propio” y por ello en el año 2007 aún cuando le quedaba dos años de mandato como concejal, fue llamado de “urgencia” para integrar el segundo lugar la lista de concejales del por entonces poderoso Frente de Todos. Se necesitaba traccionar los votos de los sectores de la clase media-baja donde el “Negro” (como se lo llama) tenía un fuerte predicamento.

A todo esto, las conjeturas acerca del tema se volvieron moneda corriente y así fue que de manera insistente, no faltó quienes dejaran entrever que los avatares de la siempre complicada vida política vernácula, había metido sus intereses en el caso que se había denunciado. Es que Villegas, de 62 años en la actualidad, era por ese entonces uno de los firmes postulantes a ser candidato a intendente por el radicalismo en los comicios del 2009 ya que las encuestas le sonreían, pero para ello debía sortear algunos obstáculos internos puesto que su inclinación a practicar el pragmatismo por encima de las cuestiones ideológicas partidarias, le ocasionaban algunos focos de resistencia dentro del mismo partido. Incluso, en su momento llegó a amagar con avanzar en acuerdos electorales con el justicialismo, si es que no le daban la candidatura a intendente.

Pero al margen de todo lo que se diga, se escriba o se conjeture respecto al caso puntual que lo involucra; ahora solo resta esperar que la justicia ordinaria en su momento emita el fallo que considere justo. Todo lo demás que se quiera decir o hacer a través de quienes se auto consideran “jueces populares” pasa a ser algo anecdótico en el caso que dio mucha tela para cortar.
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