Nueve Años
Prisión al asaltante de un policía

Prisión al asaltante de un policía
11/08/2010 | El hecho ocurrió en febrero de 2008. El suboficial José Gómez fue baleado al intervenir en un robo y enfrentarse a tiros con Miguel Angel Soloneski, que tiene un frondoso prontuario. El delincuente también sufrió dos heridas de bala, una en el abdomen y la otra en un pie. Ayer el ladrón fue penado por el delito de homicidio en grado de tentativa.

En un debate que duró menos de dos semanas, un joven de 21 años fue condenado a 9 años de prisión por haber intentado asesinar a balazos a un efectivo de la Policía de Corrientes, en franco de servicio, que intervino en un asalto. El Tribunal de la Cámara en lo Criminal Nº 2 de Corrientes halló a Miguel Angel Soloneski penalmente responsable del delito de homicidio en grado de tentativa en perjuicio de José Gómez, que prestaba servicios en la Jefatura de Policía en el Departamento de Relaciones Institucionales.
El Tribunal estuvo presidido por la jueza María Elisa Morilla, secundado por los jueces Eduardo Panseri y Mario Alegre. En representación del Ministerio Público Fiscal se desempeñó el doctor Gustavo Schmitt.
El juicio se inició el 30 de julio y en sólo tres audiencias se resolvió la situación del detenido, un joven que tiene en su haber cerca de 30 causas. Es la primera vez que se lo juzga y condena.
En el debate desfilaron varios testigos y con el avance del juicio se dilucidó cómo ocurrieron los hechos y la culpabilidad del acusado.
En el alegato, el fiscal Gustavo Schmitt, de acuerdo a las pruebas recolectadas en la etapa de instrucción, solicitó al tribunal que el acusado sea condenado con la pena de 12 años de prisión. Luego de un receso el presidente de la Cámara, la jueza María Elisa Morilla, dio a conocer la sentencia de 9 años de prisión para Miguel Soloneski, que tras escuchar la sentencia fue alojado en la Unidad Penal Nº 1.

El caso
El episodio se produjo en la madrugada del 12 de febrero de 2008 en uno de los accesos al barrio Villa Chiquita de esta ciudad. Todo se inició aproximadamente a la 1,40 en inmediaciones de la avenida Independencia y Pasaje Birán, cuando un hombre que se movilizaba en una bicicleta regresaba a su vivienda. De las espesuras de un baldío cercano a una casa abandonada, salieron dos delincuentes que fuertemente armados y a cara descubierta demoraron la marcha del ciclista. Le pidieron dinero y el rodado, y en el momento en que golpeaban y amenazaban al hombre con un revólver calibre 22, los maleantes fueron observados por el cabo primero José Enrique Gómez, de 26 años, que ocasionalmente caminaba por la zona.
El policía vestido de civil no dudó y decidió intervenir. Avanzó sobre los malvivientes. Al ser sorprendidos no quisieron deponer su actitud y decidieron ofrecer resistencia.
A tiros intentaron abrirse paso y ahuyentar a Gómez. Pero éste respondió de igual forma.
La balacera concluyó con el suboficial y uno de los delincuentes heridos. El otro decidió huir y dejar atrás a su compañero de andanzas.
Durante el juicio se conoció que en el forcejeo con Soloneski, el efectivo cayó al suelo. En ese momento el delincuente le efectuó un disparo en el abdomen. Cuando lo iba a ejecutar, el policía pudo reponerse y sacó su arma reglamentaria. Disparó dos veces e hirió en una pierna y en el abdomen al ladrón, que cayó al suelo. Un remisero ocasional trasladó al uniformado, en tanto una patrulla policial al delincuente. Ambos fueron internados en el Hospital Escuela y con el tiempo fueron dados de alta.
Al arribar los policías al lugar del hecho, diagramaron la escena del violento enfrentamiento y secuestraron “bochitas” de marihuana, un pegamento tóxico y las armas de fuego utilizadas: un revólver calibre 22 y la pistola reglamentaria de calibre 9.
Las primeras pericias indicaron que el joven delincuente que en un primer momento se hizo pasar como Juan Ramón Prieto, luego se determinó que su identidad real era Miguel Angel Soloneski.