Testimonió Otro Carnicero
Lerena más complicado aún

Lerena más complicado aún
09/08/2010 | Un empleado del acusado que trabaja en una carnicería contó que su jefe pasó por el comercio el martes pasado al mediodía para buscar un serrucho con el pretexto de que debía realizar un trabajo. Incluso reconoció la ropa que el supuesto asesino llevaba puesta el día en que se cometió el homicidio.

Comenzó la ronda de testimoniales en el marco del esclarecimiento del salvaje asesinato del consignatario ganadero Horacio Rodríguez Videla y una de las declaraciones más trascendentes fue la que dio un empleado de una carnicería contratado por Carlos Lerena, el único detenido de la causa.

Fuentes ligadas a la investigación informaron que aún no pudieron dar con algunos elementos importantes para la etapa de instrucción. Entre ellos se encuentran los dos teléfonos celulares de la víctima, la llave inglesa con la que fue golpeado en la cabeza y un serrucho carnicero que se empleó para descuartizar el cuerpo.

El viernes se llevó a cabo un allanamiento en una carnicería propiedad de Lerena pero tras la requisa no pudieron encontrar ningún objeto de interés para la causa. Sin em-bargo, lograron un testimonio de suma importancia para sumar acusaciones en contra de Lerena.

La persona que prestó declaración, manifestó ser empleado del carnicero sindicado como autor del brutal crimen. Habló de la relación laboral que los unía y del serrucho que no aparece. Recordó que el martes pasado al mediodía, se presentó en la carnicería su patrón, Carlos Lerena, quien ingresó al comercio de manera habitual y buscó un serrucho con la excusa de que debía realizar un trabajo. Se le pidió que brinde precisiones acerca de cómo estaba vestido ese día su jefe y se le exhibió prendas de vestir que fueron secuestradas en el tendedero de la casa del supuesto homicida, que según la investigación había lavado con el fin de limpiar las manchas de sangre. El testigo confirmó que esa era la ropa que vestía Lerena. El testimonio del empleado complicó aún más la situación legal del único detenido.

Ayer se llevaron a cabo distintos operativos pero sin resultados positivos.

 

La causa

De acuerdo a la investigación y las declaraciones de los testigos, Carlos Lerena se encontraba atravesando una difícil situación económica y para afrontar la deuda que mantenía con el empresario mercedeño debió recurrir a una financiera que opera en Goya. El lunes 2 de agosto por la mañana hipotecó su casa y retiró $170.000. Los gastos de escribanía redujeron el monto a $167.000. Luego se comunicó por teléfono con el consignatario ganadero y le dijo que ya tenía la plata.

El martes, alrededor de las 10.30, Horacio Rodríguez Videla se subió a su automóvil Toyota Corolla y partió hacia Goya. Llegó cerca de las 12.30 y se estacionó en una estación de servicio ubicada en el acceso Norte de la ciudad. Allí se encontró con Lerena que lo convenció de ir a su domicilio en su vehículo con la promesa de que lo traería de re-greso una vez que se concretara el pago.

Juntos llegaron a la vivienda ubicada en calle Agustín P. Justo al 300. Ingresaron y en living el dueño de casa hizo entrega de un bolso que contenía $167.000.

El ganadero mercedeño firmó el recibo y con su teléfono celular hizo una llamada a Buenos Aires donde informó que la deuda había sido saldada. Se presume que tras cortar la comunicación, Lerena le propinó cuatro golpes en la cabeza con una llave inglesa y le asestó cinco puñaladas en el tórax.

Consumado el hecho, el carnicero Descuartizó el cuerpo de la víctima como si fuera un animal. Realizó el trabajo rápidamente sabiendo que su esposa e hija que habían viajado a la capital correntina regresarían por la noche.

En la madrugada del miércoles fue detenido al ser considerado sospechoso de la desaparición de Videla que era intensamente buscado por sus familiares.

Por la mañana allanaron su domicilio y al ingresar a la casa el aprehendido se quebró y confesó el crimen