Con el claro objetivo de conseguir esta semana el desendeudamiento, los funcionarios provinciales tienen planificado regresar a Buenos Aires para destrabar el acuerdo y conseguir la refinanciación global de la deuda consolidada con la Nación.
Hay más de 2.000 millones de pesos que están en juego en esta operación delicada, donde el gobernador Ricardo Colombi busca cerrar un acuerdo que, además de darle sustentabilidad a la caja provincial, no implique renunciar a derechos.
Otro elemento a tener en cuenta es que recién la semana pasada informaron que se dispuso de los recursos para refinanciar estos pasivos, casi 10.000 millones de pesos que se repartirán entre todas las jurisdicciones que participan del programa.
Mientras no se firme el acuerdo, diariamente se pierde más de 1 millón de pesos que es imposible de compensar con los ingresos corrientes, que si bien crecen lo hacen en una proporción no muy superior a la inflación.
Mientras en julio ingresó un 35 por ciento más de recursos en concepto de coparticipación total, la inflación fue del 21 por ciento (según la medición de Economía&Regiones), es decir que el incremento real fue menor.
Corrientes necesita cuanto antes terminar la negociación para trabajar a largo plazo, como también fijar las posibilidades de incrementar los salarios de los empleados públicos.
Hoy el principal punto sin acordar es la renuncia a las demandas que presentó el Estado Provincial contra la Nación por los recursos no girados en concepto de coparticipación federal.
Corrientes no está sola, también Córdoba y Mendoza, por citar dos ejemplos, buscan una respuesta de la Presidencia. Ambas anticiparon que están dispuestas a negociar, pero no a renunciar a sus derechos.
Únicamente tres jurisdicciones firmaron: Chaco, Buenos Aires y Tucumán.
Políticamente pierde más el gobierno federal, que necesita sumar voluntades cuando debe conseguir la prórroga de las facultades delegadas; pero financieramente las consecuencias para las administraciones locales son muy negativas.
El impacto de los recursos reclamados por los correntinos no es menor, equivale a casi el 50 por ciento de la deuda certificada, mientras que la quita propuesta es mucho menor.
Plan B, emitir bonos
A todo esto no son pocos los ministros de Economía que analizan seriamente emitir bonos para financiar sus pasivos corrientes; esto se debe a que ya dieron por caído el plan de desendeudamiento. Es así que Catamarca y Neuquén anticiparon la ingeniería que usarán para colocar sus respectivos títulos. En su momento, la Provincia analizó esta alternativa y está esperando la autorización legislativa para comenzar su operatoria propia.