Esta tarde, David Nalbandian irá por el pase a su primera final del año cuando enfrente al croata marin Cilic (4°), que venció al serbio Janko Tipsarevic por 7-6 (4) y 6-4. En la otra semifinal, que se jugó más temprano, el chipriota Marcos Baghdatis (8°) superó al belga Xavier Malisse, quien dio la sorpresa al derrotar al checo Tomas Berdych (1°) por 4-6, 6-3 y 6-2, y ya se metió en la final.

No le fue sencillo a Nalbandian llegar a la final. A lo grande, dio vuelta el partido ante el francés Simon, un rival en la próxima instancia de la Copa Davis en el cemento de Lyon, del 17 al 19 de septiembre. Es que el cordobés derrotó a Simon -un potencial singlista de su equipo en el cruce- por 3-6, 6-2 y 6-3 y con su wild card llegó a las semifinales del ATP 500 de Washington (1.165.000 dólares; cemento), incluso con pocas horas de descanso, ya que en la madrugada de ayer venció al suizo Marco Chiudinelli por 6-1 y 6-0 en apenas 44 minutos de juego, en el partido de octavos que se demoró por la lluvia.

Arrancó frío el cordobés. Perdió los seis primeros puntos del partido y enseguida Simon lo quebró para ponerse 2-0. Y cuando el set se puso 3-0 el panorama no parecía alentador. Pero de a poco se despertó Nalbandian. Con su saque, ganó su primer game del encuentro y comenzó a trabajar los puntos con su juego. Así, recuperó el quiebre para ponerse 2-3 y enseguida lo confirmó con un oportuno drive cruzado para igualar en 3. Todo estaba como al inicio. No obstante, la paridad cesó por el bajo porcentaje de primeros servicios de Nalbandian (42 por ciento) y su rival primero se aseguró su game y luego quebró en el octavo para sellar el 6-3 con su saque.

La virtud del unquillense en el segundo parcial fue poder transformar su fastidio y canalizarlo positivamente a través de su tenis. Tras ceder el primer game con su saque, tiró su raqueta contra el piso y a pesar de no romperla, la cambió. Eso produjo una bisagra. Sosteniendo su rendimiento a partir de devoluciones y voleas propias de su capacidad y buenos primeros servicios, hilvanó cuatro games consecutivos para ponerse 4-1. No hubo espacio para los sorpresas hasta el final de la manga porque Nalbandian no lo permitió. Mantuvo su nivel y tras quebrar en el octavo juego lo sentenció por 6-2 en el segundo set point.

Nalbandian siguió en sintonía en el set decisivo y se puso 2-0 tras quebrar en el segundo game. Pero su rival no se entregó e igualó en dos y para enfriar la arremetida argentina. Entonces sacó chapa el cordobés. Fue paciente e inteligente en el manejo de los puntos y tuvo la sensibilidad indicada para jugar voleas con justeza. Así se escapó por 4-2 tras quebrar en el sexto. Volvió a sufrir con su primer servicio y cedió el game, pero con un nuevo quiebre se colocó 5-3. Ya con pelotas nuevas, cerró el partido con dos aces. Con la mente puesta en Washington, pero sin perder de vista la gran cita en Lyon.