Garre Vs. Pro
Una placa con el nombre de Macri es la extraña excusa para otro round

Una placa con el nombre de Macri es la extraña excusa para otro round
07/08/2010 | La ministra hizo quitar un distintivo de una escuela por “equívoca”. Bullrich la cruzó: “Es la personera de la intolerancia”.
 

El insólito cruce entre el Gobierno nacional y el macrismo por la inauguración de un jardín materno continúa. La ministra de Defensa Nilda Garré explicó ayer por qué ordenó quitar una placa que tenía grabado su nombre, el de Mauricio Macri y el del ministro de Educación porteño Esteban Bullrich. En una entrevista radial, la funcionaria denunció que ese distintivo era “equívoco”, que “no reflejaba la verdad” y que “no era lo acordado el día anterior”.

El incidente comenzó el jueves pasado, durante la apertura del Jardín Nº 10 del distrito escolar 9, ubicado en la zona porteña de Las Cañitas. Ese centro infantil existe gracias a un convenio con el Ministerio de Defensa, que cedió el edificio para que funcionara y con la condición de que pueda ser utilizado –en su mayoría– por familiares de militares. Pero cuando Garré observó que habían instalado una placa con su nombre junto a las autoridades de la Ciudad, le ordenó a su gente que la quitara y se produjeron empujones entre algunos presentes en el lugar.

“No reflejaba la verdad ni era adecuado, porque no había por qué perpetuar a los funcionarios circunstanciales en placas”, se justificó ayer la ministra . “Era una versión tan equívoca que parecía que era algo que había hecho el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”, explicó la ex embajadora en Venezuela, en diálogo con Radio Mitre. “No era lo acordado el día anterior, por eso la sacamos”, agregó.

Las declaraciones desde el Gobierno porteño no se hicieron esperar. El mismo día del episodio, Esteban Bullrich aseguró que “este incidente muestra a Garré como la personificación de la intolerancia”. El ministro de Educación afirmó que lo sucedido “contradice, incluso, el llamado de la señora Presidenta (Cristina Fernández) convocando al diálogo y la convivencia civilizada entre los argentinos” y señaló por medio de la red social Twitter que sentía “vergüenza” por la actitud de la funcionaria.

Por su parte, Mauricio Macri trató de bajar ayer los decibeles del cruce, después de las furibundas críticas que había disparado su ministro. Luego de hacer una recorrida por un complejo de viviendas para habitantes de la Villa 17, el jefe porteño intentó restarle importancia al episodio: “No me preocupan las placas, me preocupa que sigamos avanzando”. El ingeniero también aprovechó la ocasión para autoelogiarse por su gestión en el sector educativo: “Cuando llegamos al Gobierno había más de 8.500 vacantes insatisfechas para chicos del nivel preescolar y hoy hemos bajado ese faltante a menos de 4 mil” y les reiteró a los medios que “hay que seguir trabajando; eso es lo importante, a mí las placas me tienen sin cuidado”.