El Asesino Quería Tirar El Cuerpo Al Río
El simulador: Lerena ayudó en la pesquisa y compartió un café con hijos de Videla

El simulador: Lerena ayudó en la pesquisa y compartió un café con hijos de Videla
06/08/2010 | El considerado autor del brutal crimen se mostró siempre solidario y colaboró con la Justicia. Declaró en una comisaría y regresó a acompañar a los familiares del ganadero mercedeño, con quienes estuvo durante toda la madrugada hasta que fue detenido. Iba a tirarel cuerpo alrío pero la policía llegó antes de que pudiese concretar su plan. La causa quedó caratulada como homicidio calificado por ensañamiento y alevosía.


 Un día después de conocerse el asesinato del consignatario de hacienda, Horacio Rodríguez Videla, en la correntina ciudad de Goya, se conocieron nuevos datos sobre el accionar de su verdugo, Carlos Lerena.

Poco después del mediodía de ayer "se quebró e indicó ante el juez y el fiscal el lugar en el que estaba oculto parte del cadáver", contó el jefe de la Unidad Regional II de la Policía de Corrientes, Héctor Montiel. De acuerdo a la reconstrucción del comisario, el asesino "cortó los dos brazos, las dos piernas, la cabeza y el torso y los colocó en bolsas de polietileno con la idea de deshacerse del cuerpo con mayor facilidad" y arrojarlo al Río Panará, plan que fue desbaratado cuando la policía llegó a su casa.

Por otra parte, se acreditó que durante el allanamiento en la casa de Lerena se encontraron los 167 mil pesos que le adeudaba que "había obtenido de una y a través de la hipoteca de su casa, para saldar la acreencia que tenía por la compra de animales".

Tras el hallazgo, el caso quedó caratulado como homicidio calificado por ensañamiento y alevosía: "Lerena le debía bastante dinero a mi papá, y le fue pagando de a poco. El mismo lo llamó el lunes para decirle que tenía lo último que le tenía que dar, que se iban a encontrar en una escribanía al mediodía", relató Ana Rodríguez Videla, una de sus hijas.
 

El simulador

Carlos Lerena, de 51 años, mostró dotes de un gran simulador y actuó a la perfección en cada una de las escenas que le tocó intervenir, pero con el avance de la pesquisa pasó de actor secundario a protagonizar el papel principal de la trama que conmocionó al país.
En el momento de la búsqueda del empresario ganadero, el homicida se puso del lado de los familiares de la víctima. Les brindó su apoyo, colaboró con la investigación, declaró en la Comisaría y regresó a la estación de servicio donde se encontraban los hijos de Rodríguez Videla. Allí compartió un café con ellos y no se separó hasta que la Policía decidió demorarlo como principal sospechoso. Con el correr de las horas se determinó que el carnicero solidario era el asesino.
El primer contacto de los hijos de la víctima con Lerena se produjo a través de una comunicación telefónica. Ana Rodríguez Videla lo llamó en la noche del martes para preguntarle acerca del paradero de su padre, que se encontraba desaparecido y mantenía en vilo a la familia.
“La respuesta del acusado fue que no sabía nada, que Videla cobró el dinero pasado el mediodía y se marchó”, explicó una fuente policial.
Alrededor de las 23 del martes Lerena se comunicó con Ana y le contó que había encontrado el auto de su padre, un Toyota Corolla, estacionado en el playón de estacionamiento de una estación de servicio ubicada en el acceso norte de la ciudad de Goya.
Esa noticia alertó a los hijos de la víctima, que inmediato emprendieron el viaje desde Mercedes. La ubicación del auto fue notificada a la Comisaría Cuarta de Goya.
A la medianoche Lerena se encontró con los hijos del empresario mercedeño y la Policía en la estación de servicio. “Fue una actuación con tanto cinismo que por poco pasa desapercibida”, contó una fuente ligada a la pesquisa y que participó de la primera reunión con los familiares y el homicida.
Como Lerena fue la última persona que vio con vida al ganadero, se decidió que lo conveniente era que declarara en una dependencia. El testigo, hasta ese momento, no se opuso y brindó testimonio en la Comisaría Cuarta. Relató cómo fue la transacción del dinero y la deuda que mantenía con el desaparecido, pero se mostró impreciso cuando tuvo que dar a conocer los horarios de cada una de las situaciones en las que estuvo con Rodríguez Videla.
Terminó de declarar y regresó a la estación de servicio. “Evidentemente quería seguir de cerca la investigación. No se separó de los hijos de Videla e incluso los acompañó a tomar un café”, señaló la fuente consultada.
“Se hizo las 5 de la madrugada, ya del miércoles, y se decidió demorar a Lerena por considerarlo sospechoso. Alrededor de las 9.30 allanamos su casa en compañía de él y al entrar a la vivienda se quebró y confesó el crimen”.