La noticia que viene es la reacción de Néstor Kirchner, que se intuye acalorada pero que se ignora cómo será expresada.

En cuanto a la noticia que está presente, es oportuna la crónica de la web DiarioSobreDiarios, luego de 2 ocasiones en que especuló, análisis de tapa y contenido de diario Clarín de por medio, con una tregua entre los Kirchner y Héctor Magnetto. Resulta casi una explicación de Dardo Fernández, su director...:

"El CEO del Grupo Clarín, Héctor Magnetto, aparece hoy jueves como protagonista de al menos dos acontecimientos de alto impacto político-mediático.

Por un lado, todos los diarios lo mencionan como uno de los quince empresarios que firmaron el documento de tono crítico hacia la política económica nacional.

Por otro, La Nación y Ambito Financiero revelan hoy que Magnetto logró reunir el lunes (o el martes, difieren en el día) en la mesa de uno de sus departamentos a cinco dirigentes con aspiraciones presidenciales: Eduardo Duhalde, Francisco de Narváez, Mauricio Macri, Carlos Reutemann y Felipe Solá; con el objetivo de – aseguran ambos matutinos - diseñar una estrategia común de cara a los comicios de 2011.

Al respecto, nada han publicado Clarín, del que Magnetto es accionista, ni El Cronista, cuyo dueño es De Narváez."

En cambio el diario La Nación, socio de Clarín en Papel Prensa, sí abundó en detalles sobre el encuentro -imposible que no haya verificado con Clarín el contenido, antes de su publicación-, lo relata así Juan Pablo Morales, con la colaboración de Jaime Rosemberg:

"La cumbre, planificada en estricta reserva, se concretó anteanoche (N. de la R.: martes 03/08). A la misma mesa se sentaron el ex presidente Eduardo Duhalde; el senador Carlos Reutemann; los diputados Francisco de Narváez y Felipe Solá, y el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, según confirmaron a LA NACION siete fuentes relacionadas con todos los sectores involucrados.

Las mismas fuentes, además, confirmaron que el anfitrión del encuentro fue Héctor Magneto, CEO del Grupo Clarín. Y que los cinco líderes políticos debatieron, por primera vez, sobre la campaña para las elecciones nacionales del año próximo.

El alcance del encuentro entre los presidenciables fue tratado con celoso hermetismo durante todo el día. Nunca antes los principales líderes del peronismo disidente habían confluido con el jefe de Pro, también aspirante a pelear para llegar a la Casa Rosada.

A tal punto llegó la reserva que muchos colaboradores de los asistentes al encuentro lo desconocían hasta en sus generalidades. Muchos negaron la reunión durante todo el día. Sólo a última hora de ayer fuentes de cada uno de los sectores terminaron admitiendo ante LA NACION que la cumbre había existido. Y que se había "hablado de la estrategia para 2011".

Todos hicieron saber, de todas formas, que un eventual acuerdo "todavía es lejano", aunque hubo señales y gestos comunes, según fuentes cercanas a tres de los asistentes.

Uno de ellas: Reutemann repitió al menos tres veces en el encuentro que no será candidato presidencial, una postura en la que ha venido insistiendo en varios de sus últimos encuentros reservados.

Solá, además, ratificó que no quiere participar de la interna del Partido Justicialista: prefiere una interna del peronismo disidente. De acuerdo con esas mismas fuentes, De Narváez y Duhalde habrían pedido "consenso" para intentar avanzar en una postura común.

A partir de ahí, las versiones sobre los detalles de la cumbre empezaron a variar según los sectores que la relataban.

Fuentes duhaldistas decían anoche que el ex presidente había dicho que él se sentía el principal candidato con chances y que le había anunciado a Macri que no podía aspirar a ser postulante del peronismo opositor.

En una visita al Congreso, el propio Duhalde ayer dijo ante la prensa que el Peronismo Federal se lanzará el mes próximo en Entre Ríos, pero aclaró que no descartaba un acuerdo con Macri (ver aparte). El ex presidente eludió hablar del encuentro de anteanoche.

Algo parecido ocurrió con De Narváez. "No vamos a hacer comentarios", se limitó a decir Gustavo Ferrari, diputado y dirigente de su confianza. En el búnker de De Narváez anoche varios estaban preocupados por "las filtraciones a la prensa".

Malestar

Enterado de la difusión del encuentro, Macri ordenó bajarle el tono. "Fue una reunión social", anunciaban a última hora de ayer los voceros habituales del gobierno porteño, que oscilaban entre el hermetismo y la sorpresa.
Algunos terminaron reconociendo, con el correr de los rumores, que se había hablado de política. Y que Macri habría puesto reparos a la idea de definir los candidatos en una eventual interna.

Allegados a Solá decían ayer que el cónclave, finalmente, sirvió para "tantear posturas". El diputado siente especialmente lejana la posibilidad de sellar un acuerdo con el jefe de gobierno de la ciudad. Y prefiere coquetear con la posibilidad de una interna propia con Duhalde. La reunión de anteanoche sirvió, por fin, para empezar a fijar intereses."