Sociedad
Pando con el marido en la casa

Pando con el marido en la casa
04/08/2010 | Por los dichos de su esposa, la mediática Cecilia Pando, quien encabezó una marcha por la libertad de los represores presos por delitos de lesa humanidad, el Ejército sancionó al mayor aplicando el reglamento.

El jefe del Ejército, Roberto Bendini, dispuso en el 2005  “pasar a retiro obligatorio” al mayor Rafael Mercado por “afectar la ética profesional y los valores esenciales de la institución” mediante una “conducta omisiva”. En el lenguaje burocrático, la “conducta omisiva” sería la presunción de que el oficial expresaba su posición política a través de su esposa, la mediática Cecilia Pando.

La señora venía haciendo méritos pero habría traspasado el límite de la tolerancia reglamentaria con la marcha que encabezó bregando por la libertad de “los presos políticos”, en alusión a los represores presos acusados de delitos de lesa humanidad. “Yo pensé que vivía en un país en democracia pero no es así, estamos viviendo en una dictadura”, abundó la señora poco antes de que se confirmara el fin de la carrera castrense de su esposo.


“Este es un acto de afirmación de disciplina”, explicaban en el Edificio Libertador al tiempo que descartaban que las expresiones de Pando fueran representativas del pensamiento de la fuerza. “En el Ejército hay seiscientos mayores y Mercado es uno, sólo uno”, repetían.
La saga de Pando empezó en marzo de ese año con una carta de lectores, publicada en La Nación, en la que criticaba al presidente Néstor Kirchner por haber desplazado al obispo castrense, Antonio Baseotto, quien había sugerido tirar al mar con una piedra al cuello al ministro de Salud, Ginés González García, por haberse pronunciado a favor de la despenalización del aborto. La misiva y las posteriores declaraciones públicas de la esposa del mayor, una maestra de 37 años y madre de siete hijos, motivaron la primera sanción del oficial: un arresto de veinte días dispuesto también por Bendini.

Sin embargo, en ese caso luego de que el Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels) cuestionara el reglamento militar que habilita la sanción a un oficial por las expresiones de un familiar directo, Kirchner ordenó que se levantara el castigo.
En esos pocos días, la verborragia de Pando se convirtió en un hit de los medios. “Los desaparecidos están vivos en España”, “El Ejército Argentino defendió a la Patria de los ataques del terrorismo”, repetía la señora que al ritmo de esas declaraciones hizo carrera: se transformó en columnista del sitio web de los Servicios Privados de Inteligencia (Seprin) y hasta fue candidateada por el menemismo como diputada por la Ciudad de Buenos Aires, aunque tuvo que desistir porque no cumplía con los requisitos reglamentarios de la legislación electoral.


A principios de este mes, Pando apareció frente al Congreso de la Nación encabezando la marcha de los defensores de Luis Abelardo Patti, quienes se oponían a que el ex comisario fuera privado del juramento como diputado por su actuación durante la dictadura. Pocos días más tarde, el 21 de diciembre, Pando redobló la apuesta y se presentó en sociedad como presidenta de la Asociación de Familiares y Amigos de los Presos Políticos de Argentina (AFyAPPA). Remeras blancas con una gran bandera argentina encerrada entre rejas –en buen romance la “Patria presa”– fue el distintivo de ella y otras señoras frente a los tribunales de Comodoro Py.


“Reclamamos libertad ya, para todos los detenidos sin sentencia o proceso por supuestos delitos de la década del ’70. Una Navidad sin presos políticos será el primer paso para terminar este cíclico proceso de venganzas, nuestra historia tiene demasiados vaivenes. Quiera Dios que mañana la venganza y la revancha política que hoy se implementan no causen nuevas víctimas al pueblo argentino”, arengó la señora del mayor Mercado. Fue el límite, Bendini decidió el pase a retiro del oficial. “Jamás pensamos que iba a suceder esto. Nos quedamos helados. Mi marido está en estado de shock”, se lamentó Pnado en ese momento, pero sigue con su causa defendiendo militares que violaron los derechos Humanos.