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Gracias a la emisión ("Ganancias" del BCRA), habrá superávit fiscal récord

Gracias a la emisión ("Ganancias" del BCRA), habrá superávit fiscal récord
04/08/2010 | Luego del pre-Coloquio de IDEA en Rosario, donde se coincidió en que la incertidumbre energética y la inflación elevada seràn las 2 grandes (y terribles) herencias económicas de los Kirchner, el estudio Massot & Monteverde avanza sobre lo 2do.: emisión sin herramientas para absorber la emisión proyectada, obviamente es más inflación.  

Comenzó el festival.

• El gobierno podrá anunciar que cerró julio con un supuesto superávit fiscal récord.

Es resultado de la combinación de una buena recaudación tributaria, las restricciones en las obras públicas y —fundamentalmente— la transferencia por parte del BCRA de $ 3.000 millones en concepto de utilidades —por cierto, ficticias.

> El giro fue efectuado la semana pasada.

> Con éste, ya se han transferido $ 4.500 millones del total de $ 23.500 millones que el Central “ganó” por incumplir el artículo 3º de su ley constitutiva —al aumentar contablemente las reservas como consecuencia de la desvalorización de nuestra moneda— y considerar como ganancia, distribuible al gobierno, la recuperación de valor de los volátiles bonos que debe pagar el mismo gobierno.

> Luego de recibir fuerte presión desde Economía, el directorio del Central aprobó el giro de los fondos, que quedaron depositados en la cuenta de la Tesorería abierta en la propia entidad.

> El Central intenta moderar las ambiciones de la Casa Rosada, buscando bloquear la distribución de al menos $ 3.000 millones de supuestas utilidades.

• Como advertimos en marzo, el avasallamiento del BCRA le concede al gobierno una notable holgura para sostener la permanente expansión del gasto clientelar.

• Es en ese marco es que deben entenderse los recientes anuncios relativos a jubilados, asignaciones por hijo y aumento del mínimo no imponible.

• Considerando los márgenes disponibles de asistencia al gobierno y las liquidaciones de exportaciones pendientes, la expansión proyectada para lo que resta del año amenaza inflamar la suba de los precios en el último trimestre.

> Aun cuando finalmente la Casa Rosada admitiera cierta limitación en la apropiación de utilidades, restarían distribuir —es decir, emitir— por ese concepto otros $ 16.000 millones.

> A ello se añade un mínimo de $ 7.500 millones como margen adicional para otorgar adelantos transitorios al gobierno —que, obviamente, también significan emisión primaria.

> No menos relevante, es el excedente de divisas que mes a mes deberá absorber el Central —mientras dure la confianza del mercado en el sostenimiento del atraso cambiario.

> Por estas causas, el monto a emitir durante la segunda mitad del año —en el caso de que no recrudezca la fuga de capitales— representará un mínimo de 40% del circulante que estaba en poder del público al finalizar el 1er. semestre.

> Reabsorber semejante masa de fondos implicaría llevar el stock de LEBAC y NOBAC a más de 2 veces y media el saldo que por esas obligaciones había 7 meses atrás.

> Y hasta aquí no nos hemos referido a la apropiación de las reservas para el pago a acreedores —precisamente esta semana el gobierno saca US$ 2.300 millones— que le aseguraron $ 26.200 millones extras por fuera del Presupuesto de este año.

• Para aliviar tamaña tarea de colocación de Letras en orden a esterilizar la enorme emisión prevista, Marcó del Pont sugirió a la Casa Rosada —la titular del BCRA es rehén de sus propias afirmaciones en cuanto a la conveniencia de que la autoridad monetaria no se maneje autónomamente— una suba de los encajes.

> C. Kirchner rechazó la propuesta tras una consulta con el titular del Banco Nación, J. Fábrega, por temor a una suba de las tasas.

> Eso implica desconocer el funcionamiento de los mercados monetarios: para absorber esos fondos a través de la colocación de letras, necesariamente se deberán elevar las tasas de captación.

> La negativa presidencial a subir los encajes arrojó una suerte de empate entre el titular del Palacio de Hacienda y la economista que conduce el Central: días atrás C. de Kirchner rechazó el proyecto ministerial de eliminar los encajes para el ingreso de divisas financieras, con el que Boudou buscaba redondear su acercamiento a los mercados financieros.

• De no mediar una esterilización por un monto equivalente a lo emitido, las consecuencias en términos de inflación serán, obviamente, inevitables.

> Por supuesto que asimismo, en tales circunstancias, resultaría imposible cumplir con las metas monetarias (básicamente, un aumento no superior a 19% en la base monetaria durante este año).

> La previsible aceleración de la inflación acentuará el atraso cambiario en pleno ingreso a un tenso año electoral.

• Como hemos señalado en otras oportunidades, si bien la fuga de capitales pone en peligro el excedente cambiario y la recomposición de la caja en dólares, a la vez le facilita al BCRA la tarea de reabsorción de los pesos emitidos.

> El superávit primario también ayuda a absorber los pesos excedentes en la economía.

> Durante la administración Kirchner ha prevalecido la fuga de capitales y el superávit fiscal —medido sin artilugios contables— se esfumó.

> Sobre 8 años (2003-2010), Argentina expulsó capitales en 7 y los atrajo, en modesta cantidad, en sólo uno.

> Esto significa que el excedente comercial de esos años financió, por una parte la acumulación de reservas internacionales, y por otra financió la fuga de capitales.

> En la medida que esta última aumenta, menos divisas comerciales tiene que comprar el BCRA.

> Este año, debido a la cosecha récord, hay una inundación de divisas que al ingresar se convierten a pesos vía emisión.

• Es evidente el conflicto de objetivos en que queda atrapado el BCRA al pretender alcanzar ambos en forma simultánea:

1) defender el valor de la moneda local, retirando los pesos que sobran y aumentando sus pasivos financieros, tal como lo fija la ley orgánica; Y

2) sostener el tipo de cambio a través de la intervención en el mercado, en forma contrapuesta a lo que determina la misma ley.

• En septiembre se debe decidir la continuidad de Marcó del Pont y seis integrantes del directorio.

> Es improbable que el gobierno envíe nuevamente el pliego de la actual titular del BCRA.

> La relación de C. Kirchner con Marcó del Pont se ha deteriorado en los últimos meses; ciertos nombramientos han molestado en Balcarce 50.

> La puja por el control del Banco Central se acrecentó en las última semanas y seguirá creciendo en intensidad.

> Boudou aspira a tener un mayor peso en la autoridad monetaria y postula a G. Nielsen para presidente o, al menos, miembro del directorio.

> Otra que cuenta con posibilidades de acceder a la presidencia del BCRA es G. Ciganotto, amiga de C. Kirchner y que ahora es directora; pero su gestión al frente del Banco Nación ofrece flancos vulnerables.

• Por cierto que el avasallamiento de la entidad monetaria no agota el abanico de herramientas y cajas sobre las cuales el gobierno está dispuesto a recurrir.

> También echará mano sobre las “ganancias” —otra vez, meramente contables— del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, al que recurre —y descapitaliza— comportándose como accionista de una lucrativa empresa comercial.

> Por vía de la ANSES, el gobierno se haría de otros $ 4.000 millones, sin considerar los fondos que tome contra las Letras de Tesorería que le fuerza a tomar —y que también la descapitalizan por las bajas tasas pagadas por esos títulos.

> Tal como ha ocurrido a lo largo de las gestiones kirchneristas, el gobierno también puede apropiarse de recursos de otros organismos autárquicos y de los
fondos fiduciarios —cuyo funcionamiento ha sido desquiciado.

• El colchón de julio servirá para financiar los aumentos en jubilaciones, asignaciones y subsidios, que empezarán a impactar en las cuentas de agosto.

• Por esos ítems se gastarán unos $ 3.000 millones adicionales por mes hasta fin de año.