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Arroceros estudian mercados

Arroceros estudian mercados
04/08/2010 | El sector arrocero mira de reojo la campaña 2010-2011, ya que la intención de siembra ronda las 100 mil hectáreas. Esto generaría una superproducción, y existe preocupación por la disponibilidad de mercados y la estabilidad de los precios.  

Con vistas a la campaña 2010-2011, donde se prevé sembrar alrededor de 100 mil hectáreas, el sector arrocero analiza por estos días el comportamiento que tendrán los precios y la disponibilidad de mercados para colocar las 600 mil toneladas del producto que se estiman cosechar. A su vez, los dirigentes de la actividad señalan que las condiciones climáticas y la disponibilidad de agua catapultarán a Corrientes como principal productora de arroz en el país y el Mercosur.
Durante el lanzamiento de las VIII Jornadas de Arroz 2010, que se llevarán a cabo el 12 y 13 de agosto en el predio de la Sociedad Rural de Corrientes, en Riachuelo (ver aparte), los dirigentes de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz (Acpa) se mostraron optimistas con vistas a la campaña venidera, ya que la disponibilidad de agua en las represas permitirá sembrar unas 100 mil hectáreas en toda la provincia, unas 25 mil más que el año pasado. Sin embargo, la previsión de 600 mil toneladas de arroz en la cosecha del año próximo alertó a los dirigentes, que buscan mercados alternativos para colocar el grano.
Es que el escenario se presenta favorable no sólo en Corrientes, sino también en otras provincias arroceras, como Entre Ríos, Chaco y Santa Fe. Por eso, la Federación de Entidades Arroceras (Fedenar) creó un Comité de Crisis para estudiar la cuestión a nivel nacional.
En lo que respecta a los mercados que tiene el arroz correntino, el presidente de la Acpa, Cristian Jetter, explicó a los medios presentes en el lanzamiento que “por suerte Corrientes dejó de depender exclusivamente de Brasil”. El dirigente hizo alusión con estas declaraciones, a que hace algunos años, el volumen de exportaciones al vecino país rondaba el 70%. “Hoy Brasil compra entre el 30% y el 40% del arroz de Corrientes, y más de 70% se vende a otros mercados, como Venezuela, Chile e Irak”, señaló el titular de la Acpa.
Asimismo, Jetter -quien compartió la cabecera de la mesa junto al vicepresidente de la entidad, Pablo Mórtola, y al consultor, Daniel Filigoi- explicó que si bien son muchos los países que producen arroz en América, sólo Argentina, Estados Unidos, Paraguay y Ecuador tienen una superproducción que les permite exportar los excedentes. Y en este contexto, Corrientes busca apropiarse de algunos mercados que hoy son abastecidos con arroz norteamericano.
Cuba es uno de los países que seduce a los exportadores correntinos. En este caso, ya se realizaron algunas misiones comerciales a la isla caribeña, donde se entablaron relaciones comerciales, aunque todavía no concretaron negocios para enviar arroz correntino.
Sin embargo, los productores explicaron que las políticas nacionales para el agro no permiten generar competitividad a los productores. En este aspecto, las retenciones a las exportaciones de arroz son del 10% en la actualidad. Un pedido de la Mesa de Enlace -que en un momento tuvo respuesta positiva del Gobierno- es la eliminación de esta alícuota, que se suma a los impuestos internos que no son reintegrados cuando el producto se vende al exterior. “Para tener una idea, los reintegros del IVA tienen un atraso de un año”, explicó Jetter.
Un factor clave para catapultar a Corrientes como principal provincia productora de arroz es la infraestructura. En este caso, los pedidos son mejor provisión de energía, que permitirá invertir en riego y radicar industrias; y la construcción de un puerto en la provincia, que abarate los costos de flete que hoy afrontan los productores correntinos. “El lugar ideal es Bella Vista; incluso hay un proyecto para construir un puerto con fondos del Prosap”, explicó Pablo Mórtola.

Precios
Otra de las preocupaciones del sector arrocero pasa por los precios para la cosecha 2011. Según explicaron, la elevada disponibilidad del producto podría hacer caer su valor, tanto en el mercado interno como en el exterior.