A Espaldas De La Cancillería
Hablaré de legisladores que se reúnen con gobiernos extranjeros

Hablaré de legisladores que se reúnen con gobiernos extranjeros
02/08/2010 | Héctor Timerman envió una advertencia a los legisladores no kirchneristas: si quieren seguir hablando de "Cancillería paralela" tendrán que exponerse a que Timerman revele, supuestamente, quiénes son los legisladores que hablan con gobiernos extranjeros a espaldas del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto. ¿Dará nombres?  

En términos 'futboleros', la entrevista de Felipe Yapur a Héctor Timerman fue 'una masita'.

Un penal ejecutado en cámara lenta. Una mala demostración de periodismo profesional.

Pero se trata del diario Tiempo Argentino, cabe recordarlo. Una expresión partidista antes que periodística.

De todos modos, es interesante lo de Timerman en su velada advertencia al no kirchnerismo legislativo: si siguen hablando de 'Cancillería paralela' en la relación con Venezuela, tendrán que exponerse a que Timerman vaya al Congreso y realice denuncias importantes, supuestamente, contra algunos legisladores.

Lo dice al final de la entrevista, abundante en grandilocuencias y conceptos tan triviales como las preguntas. Que el lector sea paciente.

Aqui Felipe Yapur con Héctor Timerman en Tiempo Argentino:


–¿Cuáles son los principales desafíos que tiene la política exterior argentina?

–Sin duda, la profundización de la construcción de la unidad latinoamericana y en eso rescato dos instrumentos fundamentales, como el Mercosur y la Unasur. A partir de estas dos organizaciones, me parece que estamos avanzando de manera firme y rápida hacia procesos de integración económica y política que son, en definitiva, la que algunos sectores siempre quisieron evitar. Por eso, trabajo siempre con la misma mira: la unidad regional. Luego está la relación con el mundo, y ahí si me parece importante la reforma de los organismos internacionales que respeten las nuevas realidades políticas que hay en el mundo. Cuando se crearon la ONU o el FMI la mayoría de los países que hoy tenemos no existían. También me parece importante la defensa de nuestra soberanía en las Islas Malvinas, porque no sólo tenemos la usurpación de la soberanía sino que ahora se le suma, a partir de este año, la explotación de los recursos naturales. Es como si volviéramos al viejo concepto del colonialismo, donde el territorio sirve para extraer los recursos naturales.

–A pesar de las grandes coincidencias que se tienen a escala regional, hay una cuota de complejidad por las posiciones políticas de los Estados parte, como Colombia y Perú.

–Por supuesto, esa complejidad está marcada porque hay gobiernos que eligieron otra vía, siempre democrática, pero con otras ideas. Pero justamente el desafío interesante de esta integración regional es que se haga respetando los gobiernos nacionales. Y lo bueno es que podamos conseguir esa integración a pesar de las diferencias políticas que haya entre los gobiernos. Me parece muy lindo el desafío de la construcción democrática y la unidad latinoamericana respetando las diferencias políticas que pueda haber en las distintas sociedades.

–La creación de Unasur y el proceso de afianzamiento de Mercosur generaron algunas tensiones con otros bloques o países, como la Unión Europea e incluso los Estados Unidos.

–Evidentemente el hecho de que América Latina hable con una sola voz, o lo estemos intentando, a muchos países, no sólo a los Estados Unidos, no les gusta, porque fortalece nuestra posición. Pero lo terminan aceptando porque la realidad se impone. Es por eso que el presidente (Barack) Obama dijo que espera poder reunirse, dentro de poco, con los países de la Unasur. Hoy en día no puede haber un diálogo con América del Sur que obvie a la Unasur.

–El avance de la Unasur y del Mercosur desnudó falencias de otros como la OEA.

–Veamos unos ejemplos: el conflicto entre Colombia y Ecuador, o problemas domésticos de Bolivia, pudieron ser resueltos de manera rápida y fácilmente a través de organizaciones como el Grupo de Río o la Unasur. En cambio la OEA no pudo resolver el caso Honduras. Es por eso que hoy se habla de la creación de una nueva organización, que contenga a los países de América Latina. Está en proceso recién, pero considero que la creación de un nuevo espacio podrá contruibuir a que se defiendan nuestros intereses políticos, económicos y sociales frente a distintos países.

–Imagino que se refiere a las relaciones con el Mercosur y la Unión Europea.

–Sí, porque no es lo mismo que negocie la Argentina con ese bloque, y Brasil lo haga por su parte. Ahora vamos como bloque y es espectacular, porque nos da una fuerza que antes no teníamos. Antes, como dice la Historia, esos países buscaban dividirnos.

–En el bloque al que hace referencia está Brasil, siempre considerado más un competidor que un socio. ¿Cambió esa concepción?

–Hay un entendimiento político entre ambos gobiernos, y eso hace que las sociedades trabajen en un estado de menos crispación o con mayor diálogo. Hay un compromiso muy fuerte tanto de Cristina Fernández y Lula Da Silva para la integración de ambos países. Yo creo que Lula recibe muchas presiones para alejarse de la región, sin embargo admiro mucho su capacidad de mantenerse firme y responder así al compromiso de la Argentina.

–¿Por qué cambió tanto la política exterior argentina? ¿Coincide con esa lectura?

–Mire: la política exterior refleja la política interior de un país. Desde 2003 a esta parte la política ha recuperado espacio, prestigio y es la herramienta principal de cambio. No es nuevo, ya se vivió un proceso similar que se frustró con la dictadura militar que dejó de lado la política al frente del Estado para dar espacio a las corporaciones empresariales. Se trasladó el poder del Estado hacia a los grupos concentrados del poder económico. Ellos tomaron el control del Estado y recién en 2003 con el gobierno de Néstor Kirchner, lo recupera la política para satisfacer las necesidades de la sociedad, de los débiles y excluidos. Nosotros recuperamos la política y también llevamos adelante una política de saneamiento de las finanzas nacionales. El hecho de que la Argentina cuente con US$ 50.000 millones de reservas, es un blindaje, un verdadero blindaje a todos los golpes de mercado que nos quisieron hacer.

–Usted tiene poco menos de 40 días como Canciller y enfrenta el conflicto entre Colombia y Venezuela. ¿Se conseguirá la paz?

–No tengo duda que desde la Unasur se van a comenzar a solucionar este conflicto. Tenemos que ayudar a que estos países dialoguen y me parece que ese es el rol Kirchner como secretario general de la Unasur. Él va a discutir con los dos gobiernos por un acuerdo de paz y tenemos confianza en que comience ese diálogo ahora que asume el nuevo presidente en Colombia.

–La integración suena bien, pero no es fácil, como resultó el caso Botnia.

–Hemos alcanzado un acuerdo más que importante. Ha quedado claro que tanto a la Argentina como a Uruguay les importan la protección del medio ambiente. Es por eso que a partir de ahora científicos argentinos y uruguayos trabajarán en el control de la pastera Botnia, incluso pudiendo ingresar a sus instalaciones una vez por mes. Pero sobre todo, y en esto no creo que haya alguna organización ecologista que se oponga, ambos países se comprometieron a controlar el medio ambiente de todo el río Uruguay. Esto es tanto o más importante que el solo monitoreo de Botnia. A los asambleistas les explicaré claramente porque considero que esto es un éxito, que no estamos hablando de nacionalismos sino de protección al medio ambiente.

–¿Ya le confirmaron cuándo irá a la Cámara de Diputados para hablar del caso Sadous?

–No todavía, pero quiero ir porque no existe la embajada paralela, es una construcción mediática utilizada por la oposición, nada más. La Cancillería gestiona, genera las condiciones, a través de sus embajadores para que los vínculos se concrenten y allí entran los ministerios. Pero recordemos algo, Cavallo negoció el blindaje de US$ 30.000 millones, y nunca hubo un miembro de la Cancillería ahí, ¿por qué no lo investigan a Cavallo? Acá hay una voluntad política de perjudicar a este gobierno. No tengo ningún problema en explicarlo, y también hablar de la diplomacia paralela de muchos de los miembros del Congreso que mantienen reuniones con gobiernos extranjeros sin conocimiento de la Cancillería. Voy a hablar de todo eso, y de manera pública, porque mantenerlo en secreto ayuda a deslegitimar la política, permite que la gente luego se haga fantasías sobre cuál es la maldad que hay ahí. Lo que quieren es terminar con el poder del Estado para regular las relaciones económicas en la Argentina. Por eso van contra (Julio) De Vido, ahí está cuestión. Las corporaciones siempre estuvieron acostumbradas a hacer lo que quisieron en la Argentina con los precios, con los salarios y los subsidios.

–¿Es un buen momento para ser canciller?

–Es un buen momento para hacer política. Pero para hacer política en el buen sentido, se recuperó el rol que tiene que tener el Estado en la política. Con la llegada de Néstor y la presidencia de Cristina Fernández, se terminó la dictadura de las corporaciones y la concentración económica.

–¿Se le puede preguntar a un canciller si prefiere a Néstor o a Cristina para 2011?

–Yo prefiero el proyecto político.