Fueron convocadas las empresas responsables de la provisión de los equipos para el análisis, pero no tienen aún un diagnóstico sobre las causas de las averías, señalaron fuentes cercanas a la Entidad Binacional Yacyretá (EBY).

Las turbinas que están fuera de servicio desde hace más de un mes son la número 8 y la 20. La primera dejó de operar el 8 de junio, y la otra, el día 14 del mismo mes.

Lo único que se sabe hasta ahora es que los especialistas al verificar encontraron que el anillo de descarga en el tubo de aducción tuvo una rotura que requiere de soldadura, pero también encontraron fisuras en el concreto. Agregaron que al parecer se registraron golpes muy fuertes y una altísima presión provocando esos daños, dice el diario paraguayo abc.com.py

En la entidad no tienen aún ninguna fecha probable del inicio de las actividades de ambas turbinas. Inclusive fueron contratados por la EBY especialistas externos para investigar el hecho y solucionar el problema, pero tampoco han podido determinar las causas y arreglar las turbinas, explicaron las mismas fuentes.

Los datos técnicos señalan que las unidades generadoras están programadas para trabajar 23.000 horas, pasado ese tiempo necesitan que se les haga mantenimiento, pues estas máquinas comenzaron a hacer unos ruidos fuertes, tras lo cual quedaron automáticamente paralizadas.

El fuera de servicio de las dos turbinas de la central afecta tanto a la Argentina como a nuestro país, puesto que por la generación de energía ambos países dejarán de percibir en concepto de royalties y compensaciones.

Las informaciones dan cuenta de que las unidades paradas tienen una capacidad de producir alrededor de 100 a 110 megavatios (MW). Por lo tanto, desde hace más de un mes dejan de producir entre 200 y 220 MW.

Mala operación

Los técnicos paraguayos de la entidad sometieron a las máquinas a un ritmo operativo superior a su capacidad, explicaron las fuentes en relación a la avería de las dos turbinas de Yacyretá.

“Desde 1994, año en que comenzó a funcionar la central, las turbinas fueron mal operadas. Se les hizo trabajar por encima de su capacidad, entonces no pudieron aguantar y se paralizaron”.

No solo los técnicos tienen alta responsabilidad en lo ocurrido, sino todos los que ocuparon la dirección de la EBY, comenzando por Joaquín Rodríguez, según nuestras fuentes.

El resto, en pésimas condiciones

Dentro de poco, las 18 turbinas restantes de la entidad -tiene 20 en total- sufrirán las mismas consecuencias porque trabajan en condiciones similares a las averiadas, según nuestras fuentes. Esto llevará a la binacional a grandes pérdidas económicas porque la reparación de las máquinas tiene un alto costo.