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Paritarias 2010: por qué crecen los salarios, pero se frena la creación de empleos

27/07/2010 | El modelo del Gobierno de mayor distribución del ingreso, combinado con la inflación y un dólar planchado ahogan otras variables económicas. Efecto electoral vs. estructural.  

Por Carmen López Imizcoz *

A pesar de la fuerte expansión de la economía, el cóctel de alta inflación, dólar planchado, subas salariales y presión tributaria ya encoje los márgenes de rentabilidad empresaria y se traduce en un estancamiento de la inversión y, en consecuencia, del empleo.

Este es el escenario que dejó el cierre de las paritarias que alcanzaron al 75% de los trabajadores bajo convenios colectivos de trabajo. El promedio anualizado de los incrementos salariales rondó 27%.

Los principales acuerdos se ubicaron entre el 21%, que alcanzó el sector público y el 35%, que lograron el sindicato de alimentación y una parte del gremio gastronómico. Si se excluye a los estatales, el piso se eleva hasta el 23,5% negociado por los bancarios. En tanto, el gremio de camioneros firmó un acuerdo por el 25%.

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Para analizar la competitividad de la industria, los economistas miran, entre otras variables, el costo laboral por unidad de producto, medido en dólares, para hacer comparaciones con otros países.

Según estimaciones del IARAF, la devaluación de 2002 redujo 30% el costo laboral industrial en dólares por unidad de producto, respecto de 2001. Luego de la estabilización del tipo de cambio y del incremento salarial registrado a partir de 2003, este indicador creció de manera ininterrumpida, hasta alcanzar en 2009 el 85% del nivel de la etapa previa a la devaluación.

Para IARAF, si la inflación anual alcanza 25% este año y la suba salarial promedio empata este porcentaje, la industria se enfrentará a un costo laboral por unidad de producto semejante al 94% del costo de fines de 2001 y estará el 13% por encima del de 2009.

De concretarse este escenario, sólo ocho ramas industriales se encontrarían por debajo del costo laboral promedio en dólares por unidad de producto, entre ellas la de fabricación de automotores (con 64%), la de metales comunes (con 83%), la de maquinaria y equipos (con 84%) y la de productos químicos (91%).


2010. COSTOS LABORALES PARA PYMES. -Clic para ampliar-

Otras trece ramas industriales sufrirían un costo salarial por encima del nivel general de la industria y once de ellas superarían o empatarían el costo salarial unitario en dólares de 2001. En este fatídico grupo se encontrarían la fabricación de alimentos y bebidas (con un 99%), la de equipos de transporte (con 103%), la de productos textiles (con 113%) y la de productos de metal excepto maquinaria y equipo (con 122%).

Si se tiene en cuenta que en 2001, la mayoría de las ramas industriales sufrían problemas de competitividad respecto de otros países, la mitad de los sectores fabriles estarían en problemas para fin de año.

MENOS RENTABILIDAD
Frente a este panorama desolador, los empresarios que fabrican productos que compiten con los importados o los que destinan producción a mercados externos se verán obligados a ajustar sus cinturones. Sumada a la creciente incertidumbre política por el avecinamiento de las elecciones presidenciales de 2011, estas perspectivas poco alentadoras ya atentan contra la concreción de proyectos de inversión y, en consecuencia, de puestos de trabajo.

Sin embargo, economistas heterodoxos, como Daniel Azpiazu, de FLACSO, destacan que la rentabilidad empresaria sigue siendo atractiva y que el problema reside en una clase industrial acostumbrada a amplios márgenes. La salida de la Convertibilidad “conllevó una profunda caída de los puestos de trabajo, una colosal transferencia de recursos del trabajo al capital y el inicio de una larga fase de altas tasas de ganancia en el sector manufacturero, desconocidas durante la década anterior”, publicó Azpiazu en un informe.

No obstante, “desde mediados de 2008, las fracciones más concentradas del capital industrial vienen presionando por retornar a tasas de rentabilidad sobre ventas del orden de 15/19%, como entre 2004 y 2007, a partir de una nueva y significativa devaluación de la moneda o una mayor reducción de los costos salariales”, concluyó. Sin una devaluación significativa en vista y con el cierre de paritarias en 27 %, la inversión no repunta.