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Kirchner aceleró el año electoral será que quiere elecciones anticipadas

Kirchner aceleró el año electoral será que quiere elecciones anticipadas
25/07/2010 | Néstor Kirchner parece recuperar por estos días el control de la agenda política, con el doble triunfo de la votación por el matrimonio gay y la confirmación del procesamiento de Mauricio Macri. Pero no habría que sobredimensionar sus hallazgos: lo del matrimonio gay fue una jugada para ocultar el rotundo fracaso en el ADN de los hermanos Noble Herrera. Y el procesamiento de Macri luce, por ahora, bloqueado con el autopedido de juicio político que propone Macri. Pero hay otras cuestiones...  

 


Es un dato que Néstor Kirchner intenta acelerar el año electoral.

Debe hacerlo porque es quien debe remontar en las encuestas de opinión para llegar en más o menos condiciones cuando tenga que negociar las listas con gobernadores de varias provincias e intendentes bonaerenses.

También es cierto que si la remontada fuese la que ambiciona Kirchner, se aceleraría también el cronograma electoral 2011.

Por lo tanto, si no se acelera el cronograma electoral 2011 significa que la remontada, aunque exista, no fue la que necesitaba Kirchner.

El enigma Néstor o Cristina apunta a instalar en la opinión pública que están tan recuperados ambos que cualquiera podría ser. Pero no debería exagerar el matrimonio. Falta mucha inflación todavía...

Luego, el experimento de Milagros Sala en La Matanza probablemente no funcione, y ese también sería un traspié para los planes de Néstor.

Sí es para tener en cuenta el choque que parece producirse entre los de Francisco de Narváez y los de Eduardo Duhalde en la provincia de Buenos Aires.

En fin, algunos recortes dominicales.


Carlos Salvador La Rosa en Los Andes, de Mendoza:

Un acierto el de comparar los negocios de los Kirchner con Venezuela con los negocios de Carlos Menem con armas para Ecuador.

"(...) La gestión de Cristina Fernández nació bajo un estigma que no ha podido sacarse jamás de encima: el de la relación "carnal" construida por el ex presidente Néstor Kirchner con el venezolano Hugo Chávez, muy similar en lo formal a la asociación que durante su presidencia Carlos Menem efectuó con su supuesto par de EEUU, George Bush padre.

Lo que tienen en común ambas relaciones no es la afinidad ideológica de los supuestos "socios", ya que eso no es en principio ni malo ni bueno. Lo que los unifica son las cosas que la "carnalidad" les autorizó a hacer de modo paralelo, fuera de los carriles normales diplomáticos.

Y eso que le estalló a Menem es lo que no dejará de estallarle a Kirchner a medida que se vayan conociendo más y más intimidades.

Pero así como lo de Menem aparece como más terrible porque se trató nada menos que de una triangulación de armas en la cual la Argentina se ofreció como mano de obra sucia del imperio, lo de Kirchner suena como más patético porque se trata de negociados para apoyar a impresentables aspirantes a capitalistas amigos del poder.

O contrabando de dólares para hacer cumbres antinorteamericanas o para sostener a piqueteros, tan amigos del poder desde abajo como los empresarios lo son desde arriba.

Podría decirse, entonces, adaptando los proverbios, que quien se acuesta con imperialistas amanece colonizado, pero quien se acuesta con chicos amanece mojado. Y eso es lo más preocupante para nuestra cultura política de la relación de la Argentina con Venezuela: el seguirle la corriente a las excentricidades de un excéntrico como lo es Chávez, que un día le dice a Kirchner que se ponga el traje del Che Guevara y que viaje confiado a la selva bolivariana porque las Farc le entregarán a Ingrid Betancourt; y Kirchner le cree y viaja.

Que otro día le pide inmunidades diplomáticas para trasladar dólares y hacer la "revolución" en ambos países. O que casi todos los meses le declara la guerra verbal a Colombia para al poco tiempo fundirse en un abrazo con sus pretendidos enemigos. Como una especie de Alberto Olmedo redivivo, sobreactuando su yeneral de la bananera Costa Pobre.

Que Maradona se preste a oficiar de Robin de esta especie de Batman latinoamericano que pretende personificar Chávez, no pasa de ser gracioso, pero que un país se embarque a través de sus representantes en episodios de naturaleza similar, no deja de ser preocupante. Y conste que esto nada tiene que ver con la ideología chavista, porque si la Argentina hubiera establecido relaciones similares con por ejemplo Cuba, este tipo de payasadas no necesariamente ocurrirían.

(...) Argentina, Ciudad Gótica bolivariana. Y esta semana, como muy bien señaló 'Lilita' con su brillante talento para diagnosticar la realidad, la comedia venezolana se difundió como una mancha de aceite, como un reguero de pólvora, ya no sólo sobre el kirchnerismo como viene ocurriendo desde que asumió Cristina, sino sobre toda la clase política argentina, incluyendo, claro está, a la propia Carrió que denunció las payasadas que ella también estaba cometiendo. (...)".


Carlos Abrehu en La Gaceta, de San Miguel de Tucumán:

"Julio no fue un mes de receso para el oficialismo.La política giró en derredor de las maniobras del gobernador José Alperovich. Hombre precavido, empezó a cercar la provincia para impedir que los otros (léase los Kirchner) les trasladen sus deterioros políticos. El desdoblamiento de las elecciones provinciales de las nacionales se entiende dentro de ese contexto.

Agosto de 2011, en principio, registrará las primarias abiertas de los partidos para ungir fórmulas presidenciales, por una parte, y la designación del nuevo establishment por voto popular, por otra parte. El 4 de mayo pasado, Alperovich pautó la competencia doméstica para el 28 de agosto, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo, las primarias abiertas para el 14 del mismo mes. Octubre será el mes de conclusión del ciclo con la pugna por la Presidencia de la República. Entre esas bandas se deberá desenvolver la puja política.

Los preparativos preelectorales del Gobierno se explican por esa lógica institucional que combina también el aprovechamiento máximo de los recursos del Estado. Pensiones, asignaciones universales por hijo, jubilaciones, contratos y planes de cooperativas laborales están en la canasta de ofertas disponibles por el alperovichismo.

Diego Bossio, el controvertido titular de la Anses, destacó en Tucumán los frutos de la política jubilatoria del kirchnerismo, cuando vino el 20 de mayo para inaugurar un complejo de oficinas en Yerba Buena. Alperovich supo sacarle el jugo a esa movida electoralista, pero le esquiva ahora el bulto al 82% móvil. Los jubilados le enrostran que cuando era legislador de la UCR, abogaba ardientemente por la aplicación de ese piso.

De ese modo, se fija el corazón electoral duro del partido gobernante. La sujeción al aparato administrativo refuerza las adhesiones en comunas rurales y municipalidades. Es un punto de partida sólido, que le dio excelentes réditos en otros tiempos. Redondear ese esquema con candidatos de rostros potables para los independientes es otro proyecto. La jefatura indiscutida de Alperovich ayuda a ordenar y organizar las diferentes operaciones políticas.

Sin embargo, en la política intervienen otros factores que engendran problemas y situaciones no previsibles, ni menos deseados por la Casa de Gobierno. Otros, en cambio, sí son el producto de políticas propias y de estrategias de poder del alperovichismo. En definitiva, son el caldo de cultivo de conflictos.

El actor social con mayor capacidad de fuego contra el oficialismo es el movimiento de los autocovoncados de la salud, cuya identidad se construyó básicamente a partir del enfrentamiento con la Casa de Gobierno. Desde el 30 de abril de 2009 se mantiene en pie de guerra. La salida del laberinto había sido ofrecida por la Iglesia, pero Alperovich osciló entre la negativa y la espera de una invitación que no llegaba del arzobispado. (...)".


Eugenio Paillet en La Nueva Provincia, de Bahía Blanca.

El columnista luce algo desalentado, y tituló su columna: 'Un escenario que parece favorecer al gobierno', pero lo más interesante es cuando avanza sobre el Néstor o Cristina 2011:

"El gobierno tiene toda la impresión de que, finalmente, ha comenzado a repechar la cuesta. Al menos eso es lo que dicen los principales operadores políticos del kirchnerismo, basados en la realidad de lo que ha ocurrido en las dos últimas semanas.

(...) Néstor Kirchner ha ganado dos batallas de las más duras que encaró en los últimos tiempos, en el marco de los esfuerzos oficiales para salir de aquella sensación de derrota permanente en la que lo sumían las sucesivas conquistas de la oposición en el Congreso.

(...) "No hay sociedad que resista a un dirigente procesado por la justicia que pretenda ser presidente", se insiste en despachos de la cartera política del kirchnerismo. De hecho, la decisión de Macri de pedir a los jueces que aceleren el llamado a juicio oral, para mostrar su inocencia y las maniobras de la Casa Rosada para sacarlo de carrera, apuntó a evitar que el trámite en los tribunales se extienda en el tiempo. Y es, justamente, lo que harán los jueces, dicen en el gobierno, aunque se escudan en justificar que "los tiempos de la justicia no son los que Macri quiere o necesita".

También en el macrismo reconocen que sería muy complicado aquel tránsito por la campaña con un procesamiento judicial pendiendo sobre la cabeza del ex empresario. (...)

En este marco de recorridas diarias, y atadas sin inocencia alguna con aquellas noticias sobre las perspectivas de la economía durante el segundo semestre del año, la Presidenta hizo saber, por primera vez de su propia boca, un dato que merodeaba desde hace rato los pasillos del poder y los campamentos de la política en general: que no descarta su propia candidatura presidencial el año que viene.

"¿Por qué Néstor 2011 y no Cristina 2011?", sorprendió, ante una consulta de los cronistas. Lo primero que dicen en el gobierno es que, efectivamente, no hubo nada de improvisación en esa respuesta. Y que del tema se viene hablando en el oficialismo, tanto entre quienes se declaran seguidores puros de la presidenta como en el resto del arco kirchnerista puro. Florencio Randazzo se limitó a reconocer, en su despacho, que no hay decisión tomada y que "puede ser cualquiera de los dos".

(...) Y hay por lo menos dos explicaciones: la primera sostiene que ella está convencida de que su gestión del último año y medio le da chapa como para aspirar a la reelección. Y que aquella reticencia que mostraba meses atrás, cuando decía que un mandato para ella era suficiente y que lo único que ansiaba era volverse en diciembre de 2011 a El Calafate, evidentemente ha cambiado, con el buen rumbo de las cosas que, según la óptica del gobierno, muestra el país.

La siguiente, más descarnada y que tiene que ver, antes que ninguna otra cosa, con datos de una realidad que en el gobierno no todos aceptan convalidar, es que las chances de que Kirchner pueda vencer a sus rivales en primera vuelta son complicadas, en el más benevolente de los casos.

La emergencia obligaría, según esa construcción, a analizar seriamente la posibilidad de una candidatura de Cristina, que ella misma acaba de poner sobre la escena. Un operador del oficialismo lo puso en estos términos, en el marco de la más absoluta reserva, para evitar las consiguientes represalias: "La sociedad puede no querer otra presidencia de Kirchner, por su estilo y todo eso, pero aceptará otro mandato de Cristina, porque ella puede mostrar una buena gestión, y la gente, a estas alturas, lo que ha demostrado es que no quiere dar saltos al vacío o volver hacia atrás". (...)."


Eduardo van der Kooy en el diario Clarín.

El columnista echa bastante luz sobre un tema que parecía oscuro: porqué Mauricio Macri esperaba un fallo dividido en la Cámara de Apelaciones.

"(...) El ex Presidente logró ya un objetivo: con la encerrona judicial a Mauricio Macri complicó su concordancia con el PJ disidente. Aunque siempre alguien saca provecho de las desgracias: el Acuerdo Cívico de radicales, socialistas y la Coalición empezó a paladear la chance de convertirse a futuro en el exclusivo contendiente de los Kirchner.

(...) La recusación contra Norberto Oyarbide, que desestimó la Cámara Federal, también será rechazada por la Casación. Esta Cámara tampoco iba a anular el procesamiento dictado en dos instancias y por unanimidad, en el caso de los tres camaristas. La unanimidad tumbó los planes macristas de prolongar la pelea en el terreno judicial.

Habría detrás de esa decisión otra historia de chantajes y espionaje propia del turno kirchnerista. El macrismo descontaba el procesamiento pero con un voto en disidencia. El domingo 11 de julio, cuatro días antes del veredicto de la Cámara, el ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, cenó con el camarista Eduardo Freiler. El funcionario perteneció al mundo de las leyes antes de involucrarse en la política. El juez habría señalado una cantidad de inconsistencias y anomalías en el fallo de Oyarbide. Montenegro salió convencido de que nunca firmaría la ratificación del procesamiento.

Ese convencimiento lo comunicó por teléfono a otro ministro del Gabinete y al mismo Macri. El macrismo sospecha que esa conversación fue grabada y utilizada por un emisario de Kirchner para intimidar a Freiler. De otra manera, no logran explicar el vuelco que en pocos días dio el camarista.

Algunas de las inconsistencias apuntadas por Freiler no habrían tenido relación con aspectos jurídicos. Habrían apuntado a la construcción argumental que justificó el procesamiento de Macri. Veamos: de las ocho personas afectadas por escuchas ilegales, seis declararon que podrían haber obedecido a razones afectivas, comerciales o familiares. Del otro par, el cuñado del jefe porteño, el parapsicólogo Leonardo, no descartó algún fin político aunque aclaró que el conflicto principal lo tenía con su suegro, Franco Macri. El único que hizo hincapié en un espionaje político fue el dirigente de la comunidad judía, Sergio Burstein. Su testimonio pareció valer para los jueces más que los restantes.

(...) Eduardo Duhalde hizo mucho para que el PJ disidente atenuara sus críticas luego del traspié judicial de Macri. El ex presidente está seguro de que el jefe porteño y Francisco De Narváez son piezas indispensables en el armado para derrotar a los Kirchner. Además de esa dupla está Felipe Solá. De Narváez debería, según esa visión, competir en Buenos Aires. La evolución del juicio político determinará el destino de Macri.

Ante esas perspectivas, Kirchner ha empezado a preocuparse por Buenos Aires. En medio de un asado reiteró sus dudas sobre Daniel Scioli. Hace algunas semanas le dijo a Sergio Massa que se disponga a competir en las internas del PJ para la Gobernación bonaerense. Pero al intendente de Tigre, en el fondo, no le tiene confianza. El único menú a mano del ex presidente es el bloqueo a los candidatos de la oposición que salen a la Provincia –la semana pasada le tocó a Chiche Duhalde– y que planea con la organización juvenil “La Cámpora” en el quincho de Olivos. (...)".


Joaquín Morales Solá en el diario La Nación.

El columnista ratifica la preocupación de su colega Eugenio Paillet acerca de la recuperación de Néstor Kirchner. Pero también le permitió a Mauricio Macri mejorar la suya. El tema es la aceleración electoral.

"(...) Distintas mediciones de opinión pública coinciden en dos conclusiones. Una de ellas es el lento y constante crecimiento de la imagen positiva del gobierno kirchnerista, que ronda ahora los 36 puntos cuando en enero último apenas llegaba al 20%.

La otra conclusión constata los réditos políticos que le proporcionó a Macri su refriega con el Gobierno por el procesamiento judicial. Macri está ahora en torno del 60 por ciento de imagen positiva, según esas encuestas. Kirchner está promoviendo lo que siempre temió que ocurriera por otros medios: una tensa polarización entre Macri y él mismo.

Una rápida aceleración del proceso electoral es inevitable. Kirchner se vistió de inmediato con el uniforme de campaña electoral, que es el atavío que más le gusta en su vida de político. Corre dos riesgos.

(...) La evolución de Macri en las encuestas, que puede ser definitiva o temporaria, según el progreso de su encrucijada judicial y política, atizará también el fuego de las definiciones en el peronismo disidente y en los no peronistas. Nadie le seguirá donando el precioso tiempo político al jefe del gobierno porteño. El peronismo antikirchnerista está desorientado. Macri no es un peronista, pero es lo más parecido que hay a un peronista entre los no peronistas.

No importan mucho las palabras de Eduardo Duhalde, que ratificó su candidatura por fuera del pejotismo oficial, porque al ex presidente sólo lo impacienta la prioridad de terminar con Kirchner. Bien valdría entonces un eventual acuerdo con Macri. No llegó esa hora todavía, porque los peronistas se divierten ahora con las pruebas genéticas de peronismo que les hacen a los posibles aliados. Macri no es peronista, dicen, pero hablan con Macri.

(...) La interna entre Julio Cobos y Ricardo Alfonsín es ya un incendio en el radicalismo. Lo es más desde que advirtieron que Macri está cosechando de su propia adversidad. Por primera vez, Cobos coincidió con Elisa Carrió en impugnar a Alfonsín, el radical con mejor imagen positiva en todas las encuestas. ¿Su culpa? Quizá no haya sido el efímero encuentro con Cristina Kirchner, sino algunas caricias deslizadas a los ministros Florencio Randazzo y Julio De Vido. Las fotos son implacables. Kirchner se metió en la interna radical, bramó Oscar Aguad, jefe del bloque de diputados nacionales del radicalismo.

(...) Macri hasta pensó en recurrir a la Corte Interamericana de Derechos Humanos para declararse un perseguido político. Descartó la idea, por ahora. El líder porteño padeció un déficit y una sorpresa de novato. Se dio cuenta tarde de que no atendió personalmente ni a sus recientes aliados políticos, De Narváez y Felipe Solá. Estos le respondieron con la indiferencia y la distancia. Sólo Duhalde y el radical Aguad entendieron en el acto que Macri no es sólo Macri.

El precedente de su caso puede ser letal para la democracia argentina si fueran ciertas todas las aseveraciones del líder de la centroderecha argentina. La sorpresa de novato fue descubrir que la política es ingrata, mezquina y utilitaria. ¿Acaso esperaba otra cosa? Saldremos sólo hacia adelante. No daremos ni un paso atrás, afirmó Macri y volvió a precipitar el ritmo electoral. (...)".


Marisa Álvarez, en El Día, de La Plata.

Ella aporta algunos datos muy valiosos. Desde el experimento de Milagros Sala en La Matanza hasta la peligrosa interna entre los de Eduardo Duhalde vs. los de Francisco de Narváez, en el Peronismo Federal bonaerense

"(...) En el plano estrictamente político, en tanto, la ausencia de Daniel Scioli durante la semana -volvió ayer de su viaje a Italia- no evitó el regreso, agravado, de los cruces con el peronista disidente Francisco De Narváez, cada día más concentrado en la tarea de rastrillar la Provincia para ir instalando su candidatura a la Gobernación. (...)

Desde el oficialismo, con todo, el hecho más resonante lo generó Néstor Kirchner, al apadrinar el lanzamiento político-electoral de su hermana Alicia que todo el peronismo oficialista bonaerense mira con particular atención, en la medida que el ex Presidente deja trascender que esta provincia podría ser el territorio donde la ministra de Desarrollo Social juegue una candidatura en el 2011.

El lanzamiento de Alicia tuvo el formato, en rigor, de instalación de una nueva corriente. Por eso, mientras crecen las versiones que auguran que la hermana de Néstor podría ser candidata a vicegobernadora bonaerense, los funcionarios de Scioli, intendentes y demás referentes territoriales de ese espacio se preguntan si deberán alinearse en la flamante línea interna. Alicia, por lo pronto, que siempre trajinó la Provincia desde su rol de funcionaria, en particular el Conurbano, ya comenzó a redoblar esa tarea.

Kirchner monitorea, además, el "experimento La Matanza", donde desembarcó la controvertida dirigente jujeña Milagro Sala, para reproducir allí -el bastión histórico del peronismo más peronista- el trabajo que desarrolla en la provincia del norte su Asociación Barrial Tupac Amaru, una agrupación que se organiza y funciona con los parámetros de los grupos piqueteros de desocupados, bien lejos de la tradicional estructura partidaria del PJ.

En el Peronismo Federal, por otra parte, se va instalando un clima de creciente tensión entre sus dos precandidatos bonaerenses a presidente. Eduardo Duhalde salió a promocionar un presunto acuerdo en ese espacio para llevar adelante su postulación con Roberto Lavagna como compañero de fórmula y a De Narváez para la Gobernación. Y Felipe Solá ya aclaró que en ese caso se encontrará con el ex gobernador en la interna de ese espacio. La verdad es que el peronismo disidente está aún muy lejos de definir postulaciones. Y si de algo están seguros sus referentes es que, por ahora, no tienen candidato presidencial."