La espalda de Diego Maradona, la que se cargó a cinco ingleses en el Azteca, se va achicando. O, al menos, va perdiendo quienes la apuntalen. Esta semana, el soporte más grande que tenía dejó de ser tal: el Gobierno nacional, a través de sus interlocutores, le dejó en claro a Julio Grondona que no hay imprescindibles en esta historia. En buen criollo, la Casa Rosada le soltó la mano al entrenador. La novedad le puso más picante a la definición del gran tema: la continuidad de Maradona como DT de la Selección. La que, para bien o para mal, se cerrará la semana que viene.

Sin condiciones. ¿Qué pasó para que aquel “aguante Diego” lanzado por Cristina Kirchner un par de semanas atrás mutara a este “hagan lo que tengan que hacer” que un integrante del Gobierno le hizo saber a un directivo cercano al presidente de la AFA? Una historia de desencuentros que molestó a la Casa Rosada.

Después del regreso de la Selección al país se iniciaron gestiones para que Diego visitara a la Presidenta, y en lo posible lo acompañaran algunos jugadores –como ocurrió en Chile, Paraguay y Uruguay, por ejemplo–; el encargado de la convocatoria, de parte del Gobierno, fue Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnica, que nunca obtuvo la respuesta positiva que esperaba. “Maradona ni lo atendió”, cuenta un allegado a la AFA. “Fue un desacato a una invitación. Se terminaron de convencer de que el tipo no es sustentable”, agrega la fuente. Así, ese lazo que parecía atar al Gobierno con el DT se fue deshilachando. Y Grondona advirtió el cambio con felicidad.

La relación con el Gobierno es, por lejos, lo que más le importa a Grondona. Entre unos y otros hay nexos aceitados desde hace tiempo: José Luis Meiszner –secretario ejecutivo de la AFA– es íntimo amigo del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. Tanto que ambos encabezan una lista como presidente y vice con vistas a las elecciones del club Quilmes del 1º de agosto. Los dos, además, negociaron el paquete del Fútbol para Todos un año atrás.

Manos libres. El giro del Gobierno no significa que a Maradona no se le renovará el contrato. La charla entre Grondona y el entrenador, pactada para el lunes, sigue en pie. Lo que cambia es que desde la AFA sienten que tienen las manos desatadas para hacer lo que crean mejor. Y en ese sentido, el veterano dirigente podría recortarle atribuciones al DT para empujarlo a que se vaya solo. “Julio está hinchado las pelotas, si en la charla hay una palabra fuera de lugar se termina todo”, aventura una persona que cena a menudo con Grondona.

¿Cómo podría Grondona hacer que el DT no acepte seguir? Ofreciéndole un contrato de sólo un año, por ejemplo, algo que el dirigente evaluará. “La idea es cerrarle los caminos lo más que se pueda”, se sincera ante este diario la misma fuente. En esa línea, Grondona le pedirá al DT explicaciones por el destrato que recibieron los dirigentes argentinos en Pretoria durante el Mundial. Una queja menor, si se quiere, pero que Grondona se cansó de escuchar desde que volvió de Sudáfrica.

También es real que los otros desplantes de Maradona le molestan: “No podemos pasarnos la vida pidiendo disculpas”, dice un dirigente de un club de Primera; “un día a Platini, otro a Blatter, después a una Federación”, enumera. La aparición de Diego al lado de Hugo Chávez del jueves, mientras el presidente venezolano rompía relaciones con Colombia, está dentro de esa lista de gestos maradonianos que causan molestia en Viamonte 1366.

¿Y el proyecto? Más importante que todo lo anterior es lo futbolístico, aunque los protagonistas parezcan no tenerlo en cuenta. Y en ese ámbito, lo que la AFA puntualmente cuestiona es a Alejandro Mancuso y Fernando Signorini. Pero, llevado al terreno de los condicionamientos, lo más probable es que Maradona no los acepte. Y patee la puerta de salida. “Van a arreglar, no pasa nada”, desdramatiza ante PERFIL un colaborador del entrenador. Otros allegados intentan poner presión con supuestas ofertas que habría recibido el DT. Martín Arévalo, amigo de Maradona que oficia de periodista en TyC Sports, lanzó el jueves que la Federación Mexicana quería contratar a Diego; el humo de la bomba todavía hace toser a los que pasan cerca de la vereda de la AFA.

A esta altura, creer en un arreglo inmediato suena aventurado. Después del encuentro con Maradona, el presidente de la AFA se reunirá con el Comité Ejecutivo. “Hay que hacer una evaluación general”, apunta el propio Meiszner. Eso es muy diferente a aseverar que la conversación incluirá una oferta. El martes, jugando de local, Grondona expondrá sus argumentos ante dirigentes poco acostumbrados a decirle que no. ¿Algún motivo podría hacer que el presidente de la AFA termine postergando su convicción de no renovar el contrato de Diego? “Al ídolo no lo podés echar, se tiene que ir solo”, reflexiona una fuente citada antes; “en el fondo, el Viejo no quiere tenerlo de enemigo”, apunta otra.

En la AFA pretenden que el tema se resuelva la semana próxima; la inminencia del amistoso con España –el 7 de septiembre en Buenos Aires– y la Copa América de mediados de 2011 tienen suficiente peso como para que el nuevo proyecto arranque rápido. “El pasado lo certifica: en los últimos años la Selección nunca pasó mucho tiempo sin entrenador”, recuerda Meiszner.

Que ese lugar lo ocupe Maradona hoy parece más improbable que hace dos semanas. Marcado por tantos rivales, ahora Diego está encerrado. Pero a no darlo por vencido: aún tiene la pelota, y quizá todavía le quede una gambeta.