La Economía No Crece
En la Argentina no hay crédito

En la Argentina no hay crédito
20/07/2010 | El capitalismo vive del crédito, pero cae si se abusa de él, como en la década del ´20 que terminó en la crisis de 1929 o en el 2000 que terminó en la crisis 2009, que aún no finalizó. Sin crédito no hay economía que avance, las empresas no pueden crecer y las pymes no pueden financiar su expansión y los cambios tecnológicos. Pero nuestro problema no es el exceso de crédito, sino lo opuesto, su escasez.  

Con un exceso de deudas, las firmas quiebran cuando cambia la tendencia positiva de los negocios y cambios de tendencia hay siempre (los ciclos). En las crisis, el sistema económico se depura a sí mismo y elimina los excesos, pero es mejor ir anticipándolos, pues las crisis, inevitables cuando se pasan ciertos límites, pueden ser mucho más suaves o no ocurrir, si tomamos las medidas adecuadas antes de que sea tarde. Los gobiernos y los políticos que creen que todo va a seguir igual, suelen pasar esos límites y después no tienen retorno, pero las consecuencias son pagadas por los trabajadores y el país entero.

Nuestro problema no es el exceso de crédito, sino lo opuesto, su escasez. El crédito al sector privado en nuestro país solo llega al 11% del PBI en 2009, en tanto que en Asia (en promedio) llega al 77%, en los países desarrollados al 74 %, en America Latina al 31 % y en África al 18%. Cómo habremos abusado en este aspecto que ya estamos por debajo del promedio de África. Estas cifras se pueden encontrar en el nuevo libro del BID La era de la Productividad (2010). También nos informa el BID que en Asia y los países desarrollados, donde hay crédito, crece la productividad, en tanto que en las demás regiones, está estancada o decrece.

¿Por qué no tenemos crédito? Entre otras cosas por la inflación, que deteriora el poder de compra del dinero y si alguien presta dinero, esa deuda se va licuando en términos reales, pues los precios la van erosionando mes a mes. Por lo tanto, el sistema bancario va quedando con muy pocos recursos monetarios. Solo queda allí el dinero necesario para las transacciones (cuentas corrientes, caja de ahorro y plazos fijos a 30 días o muy corto plazo). Con este ahorro, solo se puede prestar dinero para consumo, para muy corto plazo, pues de lo contrario se corre con mucho riesgo de descalce de plazos. La entidad financiera tiene depósitos a 30 días y si los prestara a 5 años a una empresa y en el medio viniera una crisis muy fuerte, el banco no tendría el dinero disponible para devolver el depósito a los 30 días. Esto fue lo que paso en 2001 y 2002, y las entidades no quieren volver a sufrir el mismo problema, que fue mal explicado por las autoridades a la población. Por lo tanto ahora prestan en la moneda de los depósitos (pesos) y al plazo de los depósitos (corto plazo).

La inflación es la fiebre, pero ¿la enfermedad dónde esta? Básicamente en el gasto público consolidado que es excesivo (146. 000 millones de dólares en 2010 contra un nivel aceptable máximo de 75. 000 millones). Esto hay que financiarlo con diferentes fuentes: 1) Impuestos, pero éstos hoy no pueden subir más; 2) deuda nueva, pero no podemos emitir pues el mercado la ve aún riesgosa; 3) fuentes del Banco Central que, naturalmente, implican una expansión de la cantidad de dinero, y por lo tanto son inflacionarias. Este último elemento se está usando más en el último año lo que se refleja en las cifras de incremento de precios. Así que con inflación no podemos esperar mucha recuperación del crédito, pues el que presta sabe que está perdiendo su dinero.

Para crecer a largo plazo hacen faltan muchas medidas consistentes, una de ellas es la disponibilidad de crédito. Si nos olvidamos de esta variable y la queremos "arreglar de taquito", no va a andar. El crédito implica creer, implica por lo tanto hacer todo bien, sin errores. No hay crédito por medio de medidas burocráticas que obliguen a prestar, eso no es creer, no es crédito. Debemos convencernos de la bondad de nuestros dirigentes y del conjunto de medidas consistentes que tomen para que volvamos a confiar. Mientras esto no ocurra, ni habrá credibilidad ni habrá crédito. Si hay más confianza, los plazos de los depósitos se irán alargando y lo mismo ocurrirá con el plazo de los préstamos, y el porcentaje de créditos sobre el PBI se volverá más normal y así la productividad podría mejorar continuamente y podríamos vivir mejor. Esto es más fácil decirlo que hacerlo.

Por eso si sos joven y te interesa el desarrollo del país y el tuyo propio, para el año 2011, en el que hay elecciones, tenés que pedir que te digan los candidatos como van a tratar este tema con medidas concretas. No hay que conformarse con vaguedades, como "combatiremos a la inflación", "tomaremos medidas para que haya más crédito" sino, "que medida va a tomar para que haya más crédito y menos inflación". Si no exigimos no podemos quejarnos después.