Se realizaron intensos operativos pero no pudieron dar con el depravado.
La niña de 11 años que fue sometida por un hombre que simuló ser policía ya había mantenido relaciones sexuales en varias oportunidades. Los investigadores intentan determinar si la adolescente fue víctima de otros abusos o existió consentimiento. En tanto trascendieron detalles del operativo policial que no fue como se brindó a la prensa en primera instancia. No se descarta la hipótesis de que se trate de un caso de prostitución infantil.
En la jornada de ayer se le realizaron diferentes exámenes médicos y psíquicos a la víctima. Los profesionales que la examinaron confirmaron que presentaba desfloración vaginal de vieja data. Los resultados de la pericia sorprendieron a la pesquisa, como así también el relato de la menor, que se mostró confusa cuando declaró en presencia de una psicóloga.
Se pudo saber que la adolescente no fue precisa en los datos que le brindó a la Policía.
Los investigadores manejan un abanico de hipótesis, entre ellas la existencia del delito de prostitución infantil. Se sospecha que la menor pudo haber mantenido relaciones con el sujeto en el interior del auto con un acuerdo mutuo. En tanto se intentará determinar si es que la menor fue víctima de otros abusos.

El operativo
En principio trascendió a la prensa que la niña de 11 años se escapó por la madrugada de su casa y cuando deambulaba durante la madrugada en las inmediaciones del Club Alvear, un hombre que se hizo pasar por un efectivo de la Brigada de In-vestigaciones la subió a un automóvil Fiat Uno y la trasladó hasta la Estación de Bombeo de Aguas de Corrientes, situada a metros del Club Huracán. El desconocido estacionó el auto por calle Aviador Correa, violó a la menor y la abandonó. Luego la víctima se cruzó con un patrullero y le contó lo ocurrido a los policías. Sin embargo, ahora los investigadores dieron a conocer cómo la Policía tomó conocimiento del caso.
Todo comenzó cuando tres cabos de la Comisaría Tercera que patrullaban la zona en un móvil observaron un auto Fiat Uno estacionado en contramano en una zona oscura ubicada por calle Aviador Correa. Se acercaron y observaron a una joven que se hallaba sentada sobre un hombre en el interior del vehículo. Uno de los cabos descendió del patrullero y le pidió a la pareja que circulara. Fue allí que la menor se pasó al otro asiento y gritó pidiendo auxilio. El policía le abrió la puerta y cuando quiso reaccionar, el conductor puso en marcha el vehículo y se dio a la fuga. Los policías efectuaron varios disparos pero no lograron frenar al automóvil. Se montó un operativo y no pudieron localizarlo.