El cordobés planteó un partido de ida y vueltas, sin miedos al ridículo. Expuso un buen repertorio de su tenis y batalló contra los misiles de Nikolay Davydenko, que sufrió con su propio saque y mostró su calidad para detener las contras del argentino. El primer set mostró una constante en los quiebres, pero Nalbandian jugó a la perfección el décimo punto y se llevó la primera manga por 6-4.

El segundo set marcó una rápida ventaja de Davidenko, quien se llevó los primeros tres juegos y marcaba el ritmo. Pero Nalbandian se compuso, con un juego abierto, con mucha potencia sobre su brazo derecho y así torció el rumbo.

El argentino se puso 3-5 y ganó los siguientes tres juegos para adelantarse6-5, dejando al desnudo las falencias del ruso a la hora de afrontar la presión de un partido. Sin embargo, Davydenko jugó a un gran nivel el decisivo punto y empardó el segundo set.

Pero el tie break marcó un quiebre. Davydenko tenía todo para ganarlo y se adelantaba 5-2, pero volvió a sentir la presión y no pudo con ella. En cambio, Nalbandian se relajó y orbitó su tenis en la cancha. Con esa dosis de confianza y juego, el cordobés ganó cinco puntos seguidos para llevarse el 7-6 definitivo.

El tercer parcial mostró otro partido. Con Davydenko desesperado por conseguir la ventaja y Nalbandian jugando con esa señal. Así fue como el cordobés quebró para adelantarse y llegar al 4-2.

El ruso estaba desenfocado, con poca apertura en sus tiros, lo que no le permitía ensanchar la cancha con precisión. Pero de a poco se metió en el partido y arrinconó al argentino para ponerse 4-4. Pero Nalbandian quebró y pasó al frente. Sacó para partido pero cometió errores finos y así le dio una nueva vida a Davydenko.

Davydenko aprovechó el obsequio y se puso 6-5 arriba, para que luego Nalbandian empate en seis. El tie break arrancó con un quiebre del argentino, que fructificó su saque para ponerse 3-0 arriba, pero el ruso se repuso y quedó 6-4, aun punto de descontar en sets.

Pero otra vez la presión le jugó una mala pasada. Tiró afuera dos pelotas clave y "El Rey David" dio el zarpazo para llevarse el match en tres parciales. Fue 6-4, 7-6(5) y 7-6(5), en más de dos horas de juego.

Nalbandian edificó otro de sus épicos triunfos en Rusia, una tierra en la que juega como si fuese local, ante el mismísimo Davydenko. Se dudó de su físico y su tenis, pero demostró que la calidad está intacta y que, cuando Argentina lo necesita, siempre está para dar su gran cuota de esperanza.