El Concejo Deliberante capitalino cristalizó ayer su última sesión de esta primera parte del año. Lo hizo tratando un orden del día con escasos temas de relevancia y salvando la jornada legislativa con una iniciativa que partió de un grupo de alumnos del colegio “José Hernández” del barrio Laguna Brava. A través de un proyecto de resolución, se requirió al DEM que lleve adelante un análisis y controles exhaustivos para determinar los niveles de contaminación que produce una fábrica textil de la zona.
Los autores del proyecto fueron los ediles Miriam Coronel -presidente del cuerpo-, Teresita Selman, Gabriel Romero y José Ramírez Alegre, quienes solicitaron que se investiguen los niveles de contaminación y sus consecuencias.
La iniciativa fue aprobada por unanimidad, y es dable señalar que surgió a partir de una reciente visita realizada por los concejales. Los alumnos y profesores de la escuela mencionada fueron los guías de la recorrida que comprendió la zona donde funciona la firma textil que arroja sus efluentes a pocos metros de la Laguna Brava.
“Vimos desperdicios de color rojo y a una alta temperatura”, comentó la concejal Coronel respecto de su visita al lugar. Lo hizo después de ver un documental realizado por la asociación civil “Integración Solidaria” acerca de la contaminación existente.
Cabe señar que al expediente se adjuntó un “Análisis del fitoplancton de la Laguna Brava impactada por la descarga de un efluente textil. Aplicación de bioensayos de toxicidad del año 2000”, realizado por la Unne y el Conicet.
En dicho análisis se comparan dos estudios realizados en la Laguna Brava, uno realizado entre 1976 y 1977, previo a la instalación de la textil, y el otro producido entre 1998 y 1999 con la empresa en funcionamiento.

Ignorancia
“El análisis de muestras cualitativas reveló la presencia de 215 especies de algas en 1976/1977 con una reducción aproximada del 15 % en 1997/1998, y desaparición del 60 % de las especies de Desmidiaceae. La reducción de la diversidad, ya sea de toda la comunidad o de una parte de la misma, es considerada como un indicador de contaminación”, revela el estudio.
En este sentido, los ediles destacaron que “ya sabemos que el tóxico que emana la empresa daña a la flora y la fauna del lugar, ahora queremos saber con nuevos estudios si también afecta a los niños y niñas de la zona”.

ç