La turbulencia social que se desató en la comunidad santarroseña después que un medio nacional difundiera un informe periodístico en el cual declaran ciudadanos de esa localidad que hay menores que desde edades tempranas se prostituyen, incluso con el conocimiento de sus padres, fue motivo este jueves de un intercambio de ideas entre diputados de la Comisión de Derechos Humanos y el Ministro Valdés.

En declaraciones radiales María Inés Fagetti de Mansuti, integrante del órgano parlamentario, describió como “una extensa reunión” donde el funcionario del Poder Ejecutivo dio un amplio informe sobre las actividades que se pusieron en práctica en esa localidad.

“Nos recibió con amplia información, no solo del área de competencia de su ministerio, si no que expuso iniciativas que se trabajan desde el Ministerio de Educación, a través del Sepa; Secretaría de Desarrollo Humano, por medio de Minoridad y Familia. Ello más allá que la investigación que se lleva adelante confirme o no -la existencia de chicos que se prostituyen en las calles- para que ante cualquier posibilidad que existan los casos se haga prevención” describió Mansuti.

Quien reveló además que no se tienen datos concretos de cuántos serían los menores que supuestamente están imbuidos en la prostitución. Por ahora, agregó, se actúa sobre la remota posibilidad de que algunos aspectos que se divulgaron en los medios sean ciertos.

Es de recordar que en el informe que difundió por la pantalla chica América 2 se habla de “turismo sexual” en la localidad de Santa Rosa (Foto). Entonces, dijo Fagetti, son los poderes del Estado los que tienen que indagar a fondo la realidad y en el caso de existencia de los casos que se presumen hay, intervenir por medios de sus distintas áreas de gobierno para prevenir la proliferación y sacar a los chicos de esa hostigación.

En la misma reunión la diputada Cecilia Gortari recordó que “no es nuevo” este flagelo, porque ya en su momento el municipio pidió asistencia provincial y nacional destinada a trabajar en aspectos de prevención. Por ejemplo se solicitó asistencia porque los docentes no lograban integrar a los padres en reuniones donde se planteaban cuestiones de la sexualidad de los niños.

También se pidió un programa financiado por Nación sobre difusión de los derechos de niños, niñas y adolescentes. “Es decir, se estaba trabajando en algunos aspectos” resumió Mansutti para aludir que había una tarea previa destinada a resguardar la integridad de los chicos santarroseños.