El lunes, la doctora sostuvo que la diputada Nora Nazar no votaba a favor de la reforma previsional con media sanción del Senado porque recibía presiones del Gobernador.
Un dictamen médico de 1993 – año en que inicia el trámite de jubilación - expresa que la Doctora Zambrano presenta un 40% de incapacidad, pero dicho porcentaje no la inhabilitaba aun laboralmente. En 1995, su cónyuge Víctor Benjamín Zambrano se dirige al entonces Sr. Interventor del IPS, Dr José Ponce de León, para solicitarle “encarecidamente” la evaluación de otra junta sobre el estado de salud de su esposa.

Zambrano asegura que la primera junta médica que representaba al instituto “ha actuado con arbitrariedad y hasta irresponsablemente ante la paciente que se encontraba con una patología sensiblemente alterada”. En aquella carta documento del 2 de octubre de 1995, agregaba que la circunstancia era “desesperante” para toda la familia y solicitaba la intervención de una nueva junta médica.

Meses después, la nueva junta médica determina que la doctora Solís de Zambrano presenta una patología psiquiátrica neurológica con una “incapacidad mental adquirida permanente” que alcanza el 80%. Estos datos ameritan que el 20 de marzo de 1996 se le otorgue el beneficio de la jubilación por invalidez. Los informes padecieron luego ‘tachones’ voluntarios que impiden la lectura completa de sus síntomas.

Zambrano era empleada de Fiscalía de Estado. El primer dictamen médico determina personalidad paranoide, síndrome ansioso y angustia moderada e incapacidad del 40%. En tanto, el segundo dictamen emitido por una junta médica arroja datos reveladores sobre su situación psiquica determinando una invalidez del 80%.