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Elisa Carrió, la gran duda en el acuerdo Cobos-Alfonsín

Elisa Carrió, la gran duda en el acuerdo Cobos-Alfonsín
07/07/2010 | Aquella opción electoral de 2009 denominada Acuerdo Cívico y Social tiene inmejorables posibilidades de ir por más en 2011. Pero para ello debe demostrar que ha madurado y que se encuentra dispuesto a dejar de lado rencillas casi triviales para apuntar al poder. El tema de Elisa Carrió surge en el nudo de las negociaciones radicales.  

Notables coincidencias en el diálogo entre Julio Cobos y Ricardo Alfonsín. El año electoral se aproxima y la UCR debe decidir si está dispuesta a intentar recuperar el poder que perdió en algún momento entre 1999 y 2001, o simplemente considerarse espectadora en el diferendo entre el Partido Justicialista kirchnerista y el Partido Justicialista no kirchnerista.

En 2007, el Partido Justicialista kirchnerista apeló a una porción considerable de la UCR, que institucionalmente aún estaba en vías de recomposición, para lograr su reelección. En 2011 el Partido Justicialista kirchnerista se plantea renovar esos acuerdos parciales con parte de la UCR en algunos distritos electorales, y el Partido Justicialista no kirchnerista se pregunta si es posible atraer a otra porción de la UCR.

Sin embargo, la UCR tiene posibilidades de articular un frente electoral no justicialista, que ya ensayó en 2009 con éxito en el territorio bonaerense, pero la pregunta hoy día es si la UCR se encuentra preparada para profundizar esa estrategia no solamente en una elección nacional sino, más adelante, en la gestión del Estado.

El 1er. obstáculo a superar ante gran parte de la opinión pública que observa los acontecimientos era el diálogo directo entre Julio Cobos y Ricardo Alfonsín, en el Comité Nacional de la UCR, que preside Ernesto Sanz.

Esto ha ocurrido, y también la decisión de movilizar al partido en un proceso interno que no descarta la elección. Hay quienes afirman que es un error, que el acuerdo sería lo más conveniente.

El diputado nacional Ricardo Alfonsín, sin embargo, descartó compartir una fórmula presidencial con Julio Cobos: "No creo que pueda ser así, porque si integramos un acuerdo con otras fuerzas políticas; todos aspiran a poner el primer término de la fórmula, pero aquel que lo logre no puede aspirar al segundo puesto también".

Esto quiere decir que la UCR ofrecerá el 2do. lugar en un binomio a sus aliados electorales, tal como hizo en 1999 (Fernando De la Rúa/Carlos Álvarez), o el Frente para la Victoria-PJ en 2007 (Cristina de Kirchner/Julio Cobos).

De todos modos, Alfonsín dijo que ambiciona que "la UCR resuelva sus candidatos por consenso y no en una interna".

Lo importante es que los presentes en el encuentro acordaron "avanzar en la consolidación" del Acuerdo Cívico y Social. "Cualquier cuestión electoral la vamos a resolver teniendo en cuenta que hay otros aliados", informó Sanz.

Entonces aparece el 2do. obstáculo a resolver: Elisa Carrió y su Coalición Cívica, considerando que Carrió ha insistido en varias ocasiones en que si Cobos prevalece en la UCR, buscaría otro horizonte para su partido político.

El condicionamiento de Carrió a Cobos se suma a la ruptura que Carrió forzó con Margarita Stolbizer y su GEN, luego del comicio de 2009, y todo porque el GEN consideró oportuno participar de las rondas de falso diálogo político a que convocó el Ejecutivo Nacional, las que Carrió rechazó.

Hay versiones que indican que la UCR querría que Carrió encabezara la lista del Acuerdo Cívico y Social en la Ciudad de Buenos Aires en 2011, algo a lo que se negó Carrió en 2009, cuando envió a ese lugar a Alfonso Prat Gay. Para 2011 ella parece haber señalado a Adrián Pérez como precandidato a suceder a Mauricio Macri en la Jefatura de Gobierno porteño.

¿Es posible un acuerdo entre la UCR y la Coalición Cívica aún cuando Cobos resulte el candidato presidencial? En ese caso sería un acuerdo institucional entre 2 fuerzas políticas. Pero si la presencia o ausencia de Cobos fuese el condicionante del acuerdo político, no sería un acuerdo institucional sino una personalización preocupante de los proyectos políticos.

Además, el condicionamiento que Carrió hizo a la UCR por la presencia o ausencia de Cobos puede ser interpretada no solamente como una intervención en las cuestiones domésticas de la UCR sino una subestimación de las ideas partidarias por sobre sus candidatos, en una organización política que precisamente se ennorgullece de su poder partidario.

Por lo tanto mucho dependen de Carrió algunos de los próximos pasos que debe dar la UCR para prepararse para 2011. Carrió deberá tomar decisiones, y en lo posible antes que el Partido Justicialista kirchnerista comience a presionar en la interna de Coalición Cívica.