La Laborterapia Más Cara
Maradona, el Mundial y el fakin tango

Maradona, el Mundial y el fakin tango
04/07/2010 | Diego Maradona dijo que él se encontraba preparado como casi nadie para asumir el desafío mundialista. Sin embargo, la realidad es menos grandilocuente. De todos modos, Maradona se asemeja mucho al promedio argentino. El autor hace una evaluación profunda de lo ocurrido con el final del sueño blanquiceleste.  

Mantener en buen estado a un adicto recuperándose nos costó mucho. Muchísimo.

No neguemos lo que todos sabemos.

Diego es un adicto recuperándose. Todos los días de toda su vida.

Las neuronas piden por el veneno. El cuerpo también.

Una fortaleza anímica y la ayuda de laburos, amigos, buenas compañías le permitió, después de haberse desbarrancado varias veces, mantenerse al borde del precipicio, pero del único lado con piso.

¿Tendrá Maradona todos estos elementos como para seguir controlándose y decir, al amanecer: ¡Otro día más!???

Tal vez sí. No se sabe. La terapia, la laborterapia ayuda. Se vence al vicio día por día.

Ojalá siga teniendo trabajo. Un buen trabajo, que le consuma horas, pensamientos, que lo mantenga atento a sus asuntos y no a sus ansiedades chuecas.

Lo que Maradona representa para el mundo entero se sabe. Necesitaba una reválida y la tuvo. El Mundial en tierra africana fue suyo. Muchos festejan su fracaso.

Nosotros no festejamos su fracaso. Tampoco su absoluta incapacidad para entender de organizaciòn, respeto, orden, conocimientos preexistentes.

El ha sido el patriarca de lo impensado (cito a Panzeri) y el general victorioso del tobillo hecho bolsa y el corazón en la cancha.

Después llegó la noche.

Como ejemplo del país no es lo mejor.

Nunca un drogadicto en recuperación es el mejor ejemplo. Si lo es debemos pensar cómo estarán los demás. Un drogadicto en recuperación es un desafío del bien contra el mal en cada jornada. Todos festejamos el triunfo del bien.

¿Vive así Argentina?

¿Es nuestro país un adicto en recuperación?

Si es así la de hoy es una mala pócima.

Busquemos a quienes decidieron que sea Diego quien nos represente.

Para los alemanes, en el palco oficial, estaba la señora Angelita Merkel. Por nosotros “el Tula” y los hijos de Grondona, que si el padre hubiese sido bombero estarían estirando la manguera.

Es el gobierno quien debe hacerse cargo de Maradona.

Es el estado quien, lateralmente, bendiciendo a Grondona bancó, con su espalda de influencias, esta historia.

Y Nike, Puma y Adidas, los verdaderos jugadores para el negocio mundial.

Pero ellos van en búsqueda del campeón, ese es su Anton Pirulero.

Empezar a levantar el ánimo del país, pos mundial, pos fracaso y con Maradona en mala onda, no será sencillo.

Hay laborterapias buenas para quien las recibe, pésimas para la institución que las ejecuta.

Si hacemos el saldo de caja, así sea un total/parcial, la laborterapia para el “diegote” al país le está saliendo carísima.

Todavía no entienden (algunos) que los hechos populares, los hechos culturales, son lo verdadero, lo trascendente, lo perdurable.

El gobierno, vía Grondona, apostó a eso. Pagaba mucho, era una timba riesgosa.

Fea apuesta, el ejemplo no fue que la organización vence al tiempo (como decía el viejo líder) el ejemplo y el mensaje eras/es somos los mejores. Que me la chupen. ¿Lo recuerda?. Ah…

Avísenle que no se hagan los pavotes todos los que empujaron este carro. Alguien debe bancar la nostalgia cuando prenden la luz.

Con Maradona volvimos al fakin tango: la vergüenza de haber sido, el dolor de ya no ser.

Para terminar mal este mes faltaría que reaparezca la Carrió.

No falta tanto.

Las desgracias no vienen solas.