La selección brasileña, la mejor del mundo por ranking, palmarés e historia en los mundiales, afrontará este viernes el que se presenta como su primer compromiso realmente serio en la cita ante Holanda, una de las selecciones que mejor juego ha exhibido en sus 4 partidos anteriores.

La 'canarinha', líder de la clasificación de la FIFA y pentacampeona del mundo, ha ido de menos a más en Sudáfrica y, aunque llegaba tras haber generado algunas dudas por no contar con tantos jugadores talentosos como en ediciones anteriores, terminó por confirmar su candidatura con juego y goles.

Los de Dunga, tras haber certificado su primera plaza con un discreto empate ante Portugal, superaron sin paliativos en octavos (3-0) a Chile, una selección que había causado buena impresión, pero que no llegó a inquietar el triunfo.

De esta forma, y fiel a su cita entre los 8 mejores del mundo, ganó adeptos y camina con paso firme a por su sexta corona, y con todos los mimbres necesarios para un equipo campeón, buen arquero, Julio César, una defensa segura con Maicon, Lucio, Juan, Bastos, y un ataque efectivo liderado por Robinho y Luis Fabiano.

Su centro del campo tuvo que soportar algunas críticas, aunque Kaká está yendo a más a la par del equipo y Gilberto Silva consolida el pivote. Ante Chile, Dunga apostó por Dani Alves y Ramires, para suplir las bajas de los lesionados Elano y Felipe Melo. El azulgrana repetirá en el once y la sanción de Ramires abre un hueco que podría ser para Josue, si no se recupera Melo.

HOLANDA BUSCA LA REVANCHA ANTE DUNGA:

Brasil tendrá enfrente un adversario que busca la revancha de lo sucedido en dos de sus 3 enfrentamientos en Copas del Mundo, ya que Brasil eliminó a los 'oranje' en los cuartos de final de 1994 (3-2) y las semifinales de 1998, en los penales.

Curiosamente en ambos casos jugaba con la 'canarinha' Dunga, y el actual seleccionador fue el que anotó el penal decisivo en la cita de Francia para dar el pase a los suyos a la final perdida ante la anfitriona, mientras que Holanda fue cuarta.

Desde entonces, su otra única presencia mundialista se saldó con los octavos de final de 2006, por lo que el deseo es ahora volver a colarse entre los mejores del mundo, y tratar de emular a la selección holandesa que fue finalista en 1974, donde superó a Brasil para colarse en la final, que perdió ante Alemania, y 1978, donde cayó frente a Argentina.

Para ello, todo pasa por que Bert van Marwijk haya conseguido dejar atrás la polémica con Van Persie, molesto por su cambio en el partido de octavos de final contra Eslovaquia, y es muy probable que repita equipo.

La recuperación de Arjen Robben, que se perfila como la gran pesadilla para la defensa 'verdeamarela', fue clave para la mejoría, y Wesley Sneijder, Dirk Kuyt también deben ser decisivos, sin olvidar la solidez y veteranía de Van Bommel.

Desde las 15:30, se pone en juego el 'honor charrúa':

Nadie contaba con ellos, pero la "Celeste" enfrentará a Ghana por una plaza en las semifinales de la Copa del Mundo, donde aguarda el ganador de Brasil-Holanda. Y por segunda vez en el torneo jugará contra el equipo de casa, porque después de la eliminación de Sudáfrica, Ghana se ha convertido en la gran esperanza africana. Los ghaneses podrían ser el primer equipo del continente africano que alcance las semifinales de un Mundial.

La presencia de la bicampeona mundial en los cuartos de final después de tanto tiempo ha generado gran expectación y un sinfín de comparativas con su glorioso pasado. Pero Tabárez lleva toda la semana, quizá todo el campeonato, reivindicando el esperanzador presente su plantel.

El técnico serbio Milovan Rajevac no podrá contar con los sancionados Jonathan Mensah y Andre Ayew, pero Kevin-Prince Boateng, autor de uno de los goles frente a Estados Unidos, superó una molestia en la cintura y todo indica que será titular.

Los canales deportivos sudafricanos que emiten el torneo llevan días pasando un anuncio en el que se pide a la afición local que vista los colores de Ghana. El nuevo orgullo africano.