Para el concejal, el punto es establecer las acciones y si la Dirección de Tránsito no cuenta con recursos, comprometer al municipio a colaborar con el servicio. El objeto es establecer un marco general, declarando la emergencia en el tránsito y seguridad vial de la Ciudad, permitiendo al Ejecutivo tomar medidas en este sentido.

Entre las medidas que se pretenden, López Desimoni enumera: revocar todas las autorizaciones de los espacios reservados, terminar con la doble fila, intensificar las campañas de concientización en seguridad vial, determinar acciones para atacar los problemas recurrentes y la señalización de calles, sobre todo en las zonas ubicadas fuera de las cuatro avenidas, son algunas de las principales recomendaciones.

“Hay que recuperar el ejercicio del poder de Policía para que la ciudad deje de ser un coto de casa para quien se le ocurra. Hay comercios que ponen enconos para bajar su mercadería, a otros se les ocurre que hay que poner una dársena para estacionar vehículos y a lo mejor no le dan los espacios...parecen cosas insólitas, pero suceden”, afirmó el edil. Según su criterio, son temas que no exigen una exorbitante inversión, sino más que nada concientización y control para hacer cumplir las normas.