Ahora Se Viene Mexico
"Esto es impagable"

"Esto es impagable"
22/06/2010 | Argentina 2, Grecia 0. Increíble Palermo. Una película es su vida. Ahora, con la 18 en la espalda, con la tradicional número 9. "Sé que voy a entrar", le decía a Olé en la previa. Y sí, y entró el loco nomás contra Grecia, con el partido ya definido, después del 1-0 de Demichelis. Entró en su primera vez en un Mundial, a los 36 años, a los 34 minitos del segundo tiempo. Un sueño cumplido para él, ya estar en un Mundial, y ahora jugando.

 

Poquitos minutos le alcanzaron a Martín para ser el gran protagonista de la noche sudafricana. Mientras Messi hacía méritos, y muchos, para hacer el primer gol en el Mundial, mientras otra vez pegaba un zurdazo en el palo, el Loco pudo hacer en poquitos minutos lo que a Leo no se le dio en los tres partidos de la primera fase. Gran jugada del 10, zurdazo, el arquero que tapó el remate y ahí esta Palermo, un imán tiene el histórico delantero, para definir cruzado, ¡con la derecha! Y Maradona explotó en el banco, y todos los fueron a abrazar a él, que se ganó el derecho a jugar el Mundial metiendo el gol clave en Eliminatorias contra Perú, que la metió en otros amistosos.

Mientras el Loco celebraba adentro, afuera lo hacían su hermano, su mamá, su hijo Ryduan. "Es un grupo bárbaro, estamos en un buen camino. Nunca la selección se desesperó", contó Palermo todavía adentro de la cancha. Entró y la metió. "Esto es único, impagable. Estaré agradecido a Diego y a su cuerpo técnico, me mantiene con ganas y peleando sabiendo que hay tantas figuras adelante mío. es una alegría única tener este escudo y representar a nuestro país", agregó el Loco, chocho cone ste día inolvidable.

La Selección ganó otra vez, tercero al hilo. Primero en la zona, ahora se viene Méxixo en octavos, el domingo a las 15.30. Eso quedó en segundo plano después de otro día histórico del gran Palermo. "Siempre hay algo nuevo para disfrutar ene ste fútbol tan maravilloso. Esto es impagable, las sensaciones que tenés en la cancha, cuando suena el himno. Es algo inolvidable, ojalá que el final tenga otra vez el sabor a esta felicidad. Le di de derecha, era la única que me quedaba, era difícil manejar esta pelota. La verdad es que no lo creía, en diez minutos que se dé, sólo traté de acomodarla; antes había pegado en el palo y no pude. Ahora hay que seguir empujando a Lio, que es un grande y no se le viene dando el gol. Estoy eternamente agradecido. El de arriba siempre me toca y tengo la ayuda del angelito que está ahí arriba, siempre voy a estar agradecido por lo que me da la vida". Y quién te dice si no la sigue metiendo...