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Un aporte a la reforma de la "antigua" Ley de Medios

Un aporte a la reforma de la "antigua" Ley de Medios
22/06/2010 | En medio del duro cruce en la red social Twitter entre Aníbal Fernández, jefe del Gabinete de Ministros de la Nación, y el diputado nacional Fernando Iglesias (Ciudad de Buenos Aires-Coalición Cívica), éste anunció que trabajaba en una reforma a la Ley de Medios, y aquel se mofó preguntándole si era el "empleado del mes" de Héctor Magnetto. Aporte vía Carrier & Asociados.  

Que se viene un proyecto de reforma a la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, es un rumor muy instalado en el Congreso de la Nación.

Por un lado, apunta al plazo de desinversión exiguo de 1 año que estipula el texto promulgado por el Ejecutivo Nacional.

Por otra parte, intenta corregir otras deficiencias que tiene un contenido realizado 'a las apuradas', con un objetivo más político que técnico.

Durante el cruce en la red social Twitter con el jefe del Gabinete de Ministros, Aníbal Fernández, el diputado nacional Fernando Iglesias le informó que está trabajando en el proyecto de reforma a la denominada 'Ley de Medios'.

Acerca de ese tema, es muy interesante el más reciente informe de la consultora en telecomunicaciones Carrier & Asociados, que dirige Enrique Carrier, titulado 'En busca de la sucesión':


"Con la aparición de cada nuevo medio, existe una tendencia a decretar la muerte del anterior.

En realidad no es tan así porque finalmente los distintos medios terminan complementándose, aunque sí es justo reconocer que el medio que reinaba hasta el momento cede su lugar de privilegio.

Actualmente, a pesar del fortísimo crecimiento (tanto en adopción como en uso) de Internet, la TV sigue siendo el medio privilegiado para informarse por el 49 % de los usuarios de Internet.

La sigue la propia red, delante de diarios/revistas y radio.

Estos datos surgen del informe “Usuario online argentino – 2010”, recientemente finalizado por Carrier y Asociados.



No obstante, Internet empata a la TV el primer lugar en los segmentos altos, descendiendo en la preferencia a medida que lo hace el NSE.

En otras palabras, los segmentos típicamente de mayor capacidad de consumo han comenzado su migración.

Pero esto no es todo.

El devenir de los medios puede ser anticipado cuando se analiza la variable etaria.

Tanto el consumo de diarios y revistas en papel como de radio crece con la edad, estableciéndose como las principales fuentes de información para los mayores de 60 años.

Esto marca de algún modo el envejecimiento de su público.

Por otra parte, los menores de 18 años se informan por Internet más que por cualquier otro medio.

Aquí, además de un tema generacional, influye el hecho de que ésta, con sus contenidos tan amplios como segmentados, ofrece una alternativa más acorde a su edad que aquellos de la TV, todavía enfocada a lo masivo.

Además, hay que agregar que el consumo por Internet no es lineal como la TV sino bajo demanda, reflejando mejor las tendencias en el consumo de contenidos en general.

Por su parte, la TV no muestra variaciones significativas a través del corte etario.

Resumiendo, en lo inmediato el desplazamiento de la TV por Internet responde a la variable socioeconómica, pero en el mediano plazo tendrá más que ver con la generacional.

Y cuando esto suceda, estaremos ante una nueva configuración de las audiencias.

Esto es una muestra más de que la Ley de Medios, aún no vigente por trabas judiciales, nació vieja, ya que no contempla a Internet ni en su distribución ni en sus contenidos.

Pero bueno, los legisladores aún no son nativos digitales sino que siguen siendo inmigrantes, de los que tienen un fuerte acento.

Nativos al poder

Como en aquel slogan de Pepsi de los años '80, en la Internet argentina ya puede sentirse “el sabor de la nueva generación”. Esto se debe a que actualmente los usuarios pertenecientes a lo que generacionalmente se denomina nativos digitales (8,2 millones de usuarios) ya superan en número a sus antecesores, los inmigrantes digitales (7,8 millones de usuarios).

 

Este cambio cualitativo es sin dudas más trascendente que el cuantitativo que indica que aproximadamente unos 16 millones de argentinos usan la red.

Se consideran nativos digitales a las generaciones nacidas a partir de mediados de la década de los '80, que se criaron en un mundo donde las tecnologías digitales crecientemente formaron parte del paisaje cotidiano.

Como consecuencia, se trata generalmente de personas cuya aproximación a la tecnología es natural y desprovista de paradigmas perimidos, lo que influye para que sean quienes marquen las nuevas pautas de consumo y uso de la tecnología.

Por otro lado, se consideran inmigrantes digitales a aquellos usuarios nacidos antes de mediados de los 80, que se criaron en un mundo analógico y que, con distintos ritmos y grados de profundidad, se fueron amoldando al nuevo escenario.

No obstante, muchos de los paradigmas del mundo analógico siguen presentes y se manifiestan en el uso y actitudes ante las “nuevas” tecnologías.

De éstos, sólo un grupo de no más de 2 millones de personas pertenece a lo que se podría denominar inmigrante adaptado, que siguiendo la metáfora de la inmigración, es aquél que habla el idioma local sin acento o con muy poco. Es decir, tiene comportamientos y consumos más en línea con los nativos que con el la mayoría del resto de su generación.

Es importante destacar que, en lo que hace a los productos y servicios tecnológicos así como a aquellos impactados por la tecnología, la variable generacional suele explicar mucho más que otras variables de segmentación tradicionales como el nivel socioeconómico, el sexo o lugar de residencia. Ya lo dice el proverbio (supuestamente árabe), “el hombre es más hijo de su tiempo que de sus padres”.

El dato de que los nativos superen a los inmigrantes no es en absoluto menor. Si se consideran que son las generaciones nativas las que impulsan las nuevas maneras de abordar la tecnología, que le están dando forma a la Web 2.0, que no usan mail y prefieren otros tipos de comunicación (como mensajeros, redes sociales, etc.), evidentemente lo que vivimos hasta ahora puede considerarse un poco como la prehistoria de Internet.

No por nada los mayores éxitos de la red (caso Google, YouTube, Facebook, WordPress) no fueron logrados por avezados hombres de negocios sino por jóvenes con poca experiencia profesional pero que entendieron antes que sus generaciones predecesoras cómo era esto de Internet.

Para las empresas cuya actividad esté ampliamente impactada por Internet, este cambio de poder generacional que, por razones demográficas sólo puede acentuarse con el paso del tiempo, tiene fuertes implicancias y no debe ser soslayado.

Hay que tener presente que en la actualidad las primeras camadas de nativos digitales están ingresando a la vida adulta, trabajando, teniendo ingresos propios y, por lo tanto, tomando decisiones de consumo autónomas. Y si lo que se les ofrece huele a rancio, no dudarán una décima de segundo en buscar lo que quieren en otro lugar.