Detrás Del Telón Del Mundial
Mucho trabajo en el laboratorio de los Kirchner

Mucho trabajo en el laboratorio de los Kirchner
13/06/2010 | El poder se encuentra en disputa en la Argentina, y eso no lo puede ocultar un importante evento deportivo que ocurre del otro lado del Océano Atlántico por más cercanía que permita el satélite. Ya lo intentó Leopoldo Galtieri enviando como si nada ocurriese a la selección de AFA a España 1982, con los ingleses marchando sobre Malvinas.  

Sin duda que la versión de que Cristina de Kirchner podría ser candidata a una reelección en 2011 en vez de Néstor Kirchner -rumor con la firma de Eugenio Paillet, en La Nueva Provincia, de Bahía Blanca-, provoca comentarios diversos.

Desde hace días, cuando Jorge Telerman pidió visitar la Quinta de Olivos para buscar convertirse en candidato a Jefe de Gobierno porteño por la escudería Kirchner, el dato que se comentaba era la leve mejora de imagen de Cristina en la Ciudad, con la importante salvedad de que parte de niveles paupérrimos.

La inquina con Telerman partió del propio kirchnerismo: el ministro de Economía, Amado Boudou, quien ambiciona para sí el privilegio de competir ya que su horizonte en el Palacio de Hacienda es más bien estrecho luego del canje de deuda de resultado inferior al previsto (por más que diga que él siempre dijo 60% y que los operadores financieros hablaron de 75%, blablablá...).

El dato era que Cristina había obtenido algún resultado con los anabólicos del Bicentenario, resultado que Néstor no había conseguido en una Ciudad donde es mala palabra en serio.

El otro rumor interesante es la declaración de Joaquín Morales Solá en el diario La Nación: Mauricio Macri ingresará al Peronismo Federal -para él, los detalles resultan imprecisos pero también secundarios-, y Francisco de Narváez aceptará un futuro bonaerense. Y, según Morales Solá, la alquimia está en manos de Eduardo Duhalde.

Queda la duda acerca de si se trata de una expresión de deseos o el resultado de un análisis informativo o una información. Pero es cierto que entre los de Macri ya se acepta que habrá que negociaqr con el Peronismo Federal si se asume un proyecto 2011. Lo que ocurre es que, antes, el Peronismo Federal debe decantar algunas cuestiones comenzando por su relación con el propio Partido Justicialista que comanda Néstor Kirchner.

También es cierta la información de Eduardo van der Kooy, en el diario Clarín, acerca de notables dificultades legislativas del Frente para la Victoria, y para eso no hay receso 'mundialista'.

Aqui vamos:

Eduardo van der Kooy en el diario Clarín:

"Les gano a todos juntos” . La frase brotó en labios de Néstor Kirchner cuando vio por televisión en Olivos las imágenes del lote de primeros dirigentes del peronismo disidente firmando un compromiso para enfrentarlo, el año próximo, con un candidato único.

El ex presidente es afecto a esas expresiones de humor con sello deportivo. Pero aquellos que lo vieron y escucharon aseguran que aquel humor pareció encubrir, esta vez, una dosis de disgusto. Tal vez, porque esa avanzada de disidentes pueda convertirse en el futuro – habrá que verlo– en una plataforma electoral más amplia y poderosa.

(...) En la aparición de los peronistas disidentes tuvo bastante que ver la sonora victoria de Ricardo Alfonsín en la interna del radicalismo de Buenos Aires.

¿Cómo podría vincularse una cosa con la otra?

Resulta tan enorme el vacío político que sufre la Nación, en especial en la vereda opositora, que cualquier episodio alcanza el fenómeno de onda expansiva. (...)

La aluvional participación popular en el Bicentenario disparó interpretaciones frívolas sobre la posible eternización de los Kirchner. En tres semanas ese fuego se aplacó. Ahora se oye el repique de la fiebre consumista fomentada por los LCD. Carlos Menem, en su época, disfrutó de varios años de consumismo. Ese consumismo ni modificó la pirámide social ni le alcanzó para permanecer en el poder cuando su tiempo político se agotó en la paciencia colectiva.

Entre las apariencias, se podrían computar también la que muestran a un Gobierno infranqueable, poseedor siempre de la iniciativa.

(...) El kirchnerismo está encontrando serios escollos en el Senado para convertir en ley –recién en julio– el proyecto del matrimonio gay que aprobó Diputados. Kirchner lo considera vital, en este tiempo, por dos motivos: apunta a una clientela de la cual espera rapiñar votos; se trata de la única cuestión que él mismo votó en su condición de diputado.

El kirchnerismo zafó de otra derrota dolorosa, en las últimas horas, por el filo de una uña. La oposición en Diputados estuvo cerca de lograr dictamen para reformar los superpoderes . En especial, la atribución que concede al jefe de Gabinete la reasignación de partidas presupuestarias. Hizo falta el voto doble del titular de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, el kirchnerista Gustavo Marconato, para que la pulseada quedara empatada en 19 votos. Pero esa pulseada no habría concluido.

(...) Uno de esos encuestadores razonó y preguntó. “El mejor momento de los Kirchner fue en el 2007. El ex presidente se fue con un 65% de imagen favorable. Cristina sacó el 46% de los votos. ¿Alguien me puede explicar cómo ahora, con un 30% de imagen positiva, sacarán 40% y diez de ventaja sobre el segundo? ” Los peronistas disidentes no se fían y ni siquiera reparan demasiado en esas encuestas. Ellos deben resolver primero sus problemas, que son muchos. En el conglomerado hay, de arranque, cinco presidenciables. Y deberá quedar, según el compromiso, sólo uno. (...)".


Eugenio Paillet en La Nueva Provincia, de Bahía Blanca:

"(...) Néstor Kirchner podría bajarse de su deseo de ser candidato el año que viene y dejarle ese lugar a su esposa. Esa impresión, que no es nueva en el oficialismo, pero que se habló sólo en corrillos muy reservados, durante los últimos meses, se potenció luego de que surgieron los primeros análisis sobre ulteriores lecturas que dejan el ascenso de Alfonsín y la foto en el Congreso de todo el peronismo disidente, decididos por primera vez a unirse detrás de una sola figura que los represente en las urnas, en octubre del año que viene.

Hay, al menos, dos costados de esos análisis: por un lado, las chances que tendría ahora Kirchner, sustancialmente menores, si se proyecta hacia adelante en el marco de un electorado que, a priori, tendrá "varios progresismos" a los que ofrecerle su voto, si se suman el que dice encarnar Kirchner, el que, con un neto perfil, representaría, sin dudas, Alfonsín, y hasta el que enarbola la izquierda pura encolumnada detrás de una segura postulación de Pino Solanas.

El otro, más problemático hacia adentro del propio gobierno y de los escozores que puede provocar en las alcobas de Olivos, es el repunte de Cristina Fernández en las encuestas de imagen, del mismo modo que su gestión de gobierno, y la mejor percepción social sobre el presente y el futuro del país que han desnudado algunas encuestas.

(...) La Presidenta había dicho, en el verano, que "ni loca" aceptaría ir por la reelección, con lo cual floreció la idea de la candidatura de Kirchner. "Eso fue cuando tenía una imagen negativa del 60%", la defienden a su lado.

Algunos análisis son descarnados: Kirchner no levanta en la consideración popular más allá de aquel 25% en el que quedó clavado a comienzos del otoño, y la utopía de que pueda alcanzar el 40% de intención de voto para asegurarse un triunfo en primera vuelta se parece, antes que nada, a una expresión de deseo de sus adulones.

Por otro andarivel, están quienes dicen que Cristina Fernández, puestas así las cosas, tendría más posibilidades que su esposo de, al menos, pasar el primer examen y entreverarse en una segunda vuelta. La impresión de que Kirchner, en algún momento después del mundial y cuando se aceleren los motores, se verá obligado a jugar la dama, se ha acentuado en oficinas del gobierno.

(...) El ex presidente viene de sufrir esta semana dos sonoros reveses en el Senado: no logró imponer la reforma a un artículo de la ley de Empleo que había sido votada por unanimidad en la Cámara de Diputados. Y no pudo evitar que la oposición aprobara una convocatoria al titular de la ONCCA, para que explique los sospechosos manejos que se imputan al organismo encargado de extender los certificados de movimientos agropecuarios.

Hay otras malas nuevas: La oposición promete no bajar las persianas pese al mundial de fútbol y amenaza con dos iniciativas claves: avanzar con una reforma al Consejo de la Magistratura, para sacarle la mayoría al oficialismo, y eliminar los superpoderes con los que el jefe de gabinete redistribuye partidas presupuestarias a gusto y voluntad del gobierno.

La frutilla del postre de esa embestida contra un kirchnerismo a todas luces debilitado en el Congreso (de hecho, con serios tropiezos en el Senado) será la decisión del PJ disidente de impulsar, durante el mundial, el debate sobre una nueva ley Electoral para salir de la trampa a la que dicen que los lleva Kirchner con la actual ley, que el gobierno se niega a reglamentar, pese a que fue sancionada hace más de medio año. (...)."


Joaquín Morales Solá en el diario La Nación:

"Néstor Kirchner no competirá con dos o tres candidatos peronistas el año próximo. Una eventual fractura múltiple de sus adversarios justicialistas era la gran apuesta del ex Presidente.

Sin embargo, en el vértigo de muy pocos días sus contrincantes aclararon demasiadas cosas. Digan lo que digan unos y otros, Mauricio Macri estará con el peronismo disidente; Francisco de Narváez pugnará por gobernar la provincia de Buenos Aires y no por la Presidencia de la Nación; Mario Das Neves y los Rodríguez Saá no provocarán deserciones de votantes peronistas con fórmulas propias, y Carlos Reutemann no será candidato a Presidente. A pesar de tales certezas, los garabatos finales de esa historia son aún tierra desconocida. (...)

El peronismo disidente lo amenaza con abandonar el Partido Justicialista. Kirchner no quiere eso, y ha dado algunas muestras recientes de que está dispuesto a hacer concesiones importantes en el proceso electoral interno. Esa flexibilidad tiene una explicación: la candidatura del ex Presidente perdería legitimidad si no compitiera con los mejores de su partido.

En rigor, el peronismo disidente le quiere arrancar una reforma a la ley electoral para que, entre otras cosas, las elecciones internas puedan hacerse en los primeros meses del año próximo. Sí. Estamos jugando con el kirchnerismo una partida de truco , aceptó uno de los principales referentes del peronismo opositor.

(...) ¿Qué hará Macri? Su ausencia en esa reunión de los principales dirigentes peronistas antikirchneristas dejó abierta con insistencia esa pregunta. Si se sobrevolaran los grandes trazos ideológicos, podría decirse que el peronismo tiene un ala izquierda renuente a Macri, y que Macri tiene un ala derecha refractaria al peronismo. Felipe Solá y Jorge Busti son las expresiones peronistas más antimacristas. Algunos dirigentes de Pro suponen, a su vez, que no sería bueno para la imagen de Macri entreverarse con todos esos peronistas, algunos muy desgastados.

Tiempo al tiempo: el propio Macri sabe que no podría ser un candidato solitario para sepultar su candidatura y entregarle fácilmente el triunfo al panradicalismo. Será candidato con el peronismo o no será. Algunos macristas los llaman "primos" a los peronistas disidentes, pero lo cierto es que son como hermanos en la fe.
Macri confía sólo en Duhalde. Tiene un realismo y una generosidad por encima de la media de la política , piropea al ex presidente. Voceros de Duhalde aceptaron que una negociación con Macri es inevitable. Será bienvenido a la coalición, pero primero hay que poner en orden al peronismo , dijeron. El propio Macri concede que Duhalde está creciendo en las encuestas, aunque se atribuye a él mismo y a Cobos el liderazgo más popular de la oposición antikirchnerista. Duhaldistas y macristas vaticinan para fines de año el momento oportuno de esa negociación ineludible.

(...) Una noticia importante fueron las declaraciones de De Narváez en las que comenzó a aceptar su destino bonaerense. Imprescindible para que el peronismo disidente aspire a ganar Buenos Aires, el reciente vencedor de Kirchner quiere, no obstante, que su decisión de resignar la candidatura presidencial sea sólo de él y no una imposición de sus aliados. Esa es su condición.

(...) Kirchner no está vencido de antemano, aunque otros protagonistas se hayan quedado en los últimos días con la iniciativa política que él monopolizó hasta el pasado domingo. El ex Presidente imagina en 2011 una sociedad extorsionada por la necesidad de conservar la estabilidad económica y menos sensible a las cuestiones morales o institucionales. Si fuera así, muchos argentinos preferirían quedarse con un gobierno que ya conocen. Pero si aquellas garantías económicas fueran asumidas cabalmente por algunos de sus contrincantes, él también estaría perdido. (...)".