Los más grandes se fueron hace rato pero, en Juniors, el campeón tendrá sangre criolla. El correntino Agustín Velotti y Andrea Collarini, de padres argentinos –y crianza porteña- llegaron a la final.

Lo consiguió Guillermo Pérez Roldán en 1986. Repitió en 1987. Mariano Zabaleta repitió la proeza en 1995 y, por último, Guillermo Coria lo hizo en 1999. Hubo que esperar hasta 2010 para que un jugador con sangre argentina vuelva a ganar Roland Garros. Al menos, en su categoría más chica, el Roland Garros Juniors.

La final de mañana tendrá dos protagonistas y sangre argentina. Más allá de la bandera que se defienda. Por un lado estará el correntino fanático de Boca (y de Riquelme), Agustín Velotti (710° en el ránking ATP), quien abrió la mañana en el court 2 de Rolanga con un triunfo frente al australiano James Duckworth por 6-3 y 7-5 en una hora y 14 minutos. Por el otro, Andrea Collarini (669°), nacido en Nueva York pero hijo de Ricardo y Marcela, padres argentinos que lo criaron en nuestro país hasta hace muy poquito, cuando la USTA, la asociación norteamericana de tenis comenzó a hacerse cargo de sus gastos y de su representación. Collarini derrotó por 6-3 y 6-3 al peruano Duilio Beretta.

Argentina tendrá una vez más un ganador en el Grand Slam parisino. Y poco importa la categoría o la bandera. Nuestro tenis volverá a estar en lo más alto.