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¿En qué anda la oposición?

¿En qué anda la oposición?
31/05/2010 | Hay fundadas expectativas en el no kirchnerismo acerca de la posibilidad de disputarle el poder a los Kirchner durante junio y julio. La agenda es muy interesante, más allá del Mundial Sudáfrica 2010, hoy día una cortina de humo levantada para prolongar la "buena onda" del Bicentenario (pero con Diego Maradona nunca se sabe...).

No es cierto que la oposición política a los Kirchner carezca de agenda. Tampoco es cierto que no exista cierta coordinación acerca de los próximos pasos.

Aqui algunos ejemplos al respecto.


Nº1: Intentan un comando unificado en la oposición en Diputados:

Así lo cuenta Miguel Jorquera en el diario Página/12:

"(...) Puertas adentro, las diferencias se agigantan. Proyecto Sur insiste con sus propias iniciativas y muestra sus diferencias ideológicas con el resto del arco opositor, lo que le resta votos al Grupo A.

“No vamos a ir detrás de la oposición conservadora”, afirman los diputados enrolados de Fernando 'Pino' Solanas. Desde la CC y el PJ anti K insisten en que la actitud del centroizquierda parlamentario “es funcional al kirchnerismo”, que hasta ahora resistió los embates. En tanto, el PS y el GEN prefieren alentar acuerdos por fuera del Grupo A, que saquen al Congreso de la lógica del enfrentamiento entre oficialismo y oposición, critican al PRO y el PJ disidente y no ocultan su bronca por la sintonía que muestra la UCR con el macrismo en la Cámara de Diputados. (...)

Por eso, los popes del núcleo duro opositor –el radical Oscar Aguad, Solá, Carrió y el macrista Federico Pinedo– reformularon su estrategia legislativa. Sus coordinadores, Giúdici (UCR), Patricia Bullrich (CC), Enrique Thomas (PJ anti k) y Paula Bertol (PRO) fueron los encargados de armar equipos de trabajo por tema, para intentar avanzar en cada uno de los objetivos centrales que se había trazado la oposición tras el recambio legislativo de 2009.

El radical Ricardo Gil Lavedra trabaja a destajo para lograr los acuerdos necesarios que le permitan llevar al recinto un dictamen único de la oposición que garantice los votos en el recinto de la Cámara baja para reformar el Consejo de la Magistratura. El mayor escollo para el ex camarista federal que preside la comisión de Justicia es lograr que el peronismo disidente y el macrismo acepten algunas de las propuestas que impulsa Proyecto Sur.

La semana pasada hubo un encuentro con uno de los redactores del texto presentado por el interbloque de centroizquierda, el ex consejero Beinusz Szmukler, pero allí no se alcanzó acuerdos a pesar de las promesas de continuar con consultas mutuas. Los diputados alineados con Solanas no están dispuestos a darle “más poder a la corporación judicial” en el Consejo.

Lo mismo intentan Héctor del Campillo (UCR) y Elsa 'Tata' Quiroz (CC) para dotar de autonomía al Indec. Los proyectos de centroizquierda contemplan propuestas que se contraponen a las de los bloques opositores mayoritarios.

Alfonso Prat Gay (CC) actúa en tándem con Walter Agosto (PJ disidente), Miguel Giubergia (UCR) y Jorge Triaca (PRO) para sumar voluntades a la coparticipación total del impuesto al cheque y el reparto de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) a las provincias desde la comisiones de Presupuesto y de Finanzas. Mientras Graciela Camaño (PJ anti K), Giúdici y Gustavo Cusinato (UCR) buscan el mismo objetivo en la Comisión de Asuntos Constitucionales con la reglamentación del Acceso a la Información Pública y del reparto de la publicidad oficial. (...)".


Nº2: Habrá batalla por los poderes especiales delegados por el Legislativo al Ejecutivo, que vencen a fines de junio (luego del Mundial Sudáfrica 2010). El kirchnerismo busca el voto de Proyecto Sur, GEN y Nuevo Encuentro, además de presionar a los gobernadores con un nuevo plan de obra pública.

Así lo cuenta Eugenio Paillet en La Nueva Provincia, de Bahía Blanca:

"(...) Cerca de la presidenta Cristina Fernández deslizan que el gobierno podría declinar parte de los poderes especiales que retiene año tras año gracias a la ley de Facultades Delegadas. Ese instrumento vence a fines de junio.

Los principales escuderos de la Casa Rosada en el Congreso, Agustín Rossi y Miguel Angel Pichetto, ya recibieron algunos indicios de la estrategia en ciernes: armonizar con la oposición una nueva ley que morigere las facultades del Poder Ejecutivo en una materia clave como es el manejo del Código Aduanero, que es el que fija el nivel de las retenciones a la soja y otros granos.

Y que esos mismos actores, por órdenes de la Casa Rosada, defendieron con uñas y dientes durante las sesiones del año último. "No vamos a esquivar un debate para mejorar, si es posible, esa ley con aportes de la oposición", sostiene un ministro importante del gabinete.

En verdad, no hay aquí buenas ondas ni repentinos ataques de constitucionalismo y civilidad: los Kirchner saben que el Congreso se ha convertido, y así lo seguirá siendo, en la peor cara de hereje para algunas de sus políticas.

No operan desde una posición de fuerza, o de un ataque repentino de buena vecindad: saben de antemano que los bloques opositores irán, lisa y llanamente, por la recuperación para el Congreso de todas y cada una de las facultades del Código; entre ellas, la más vital de todas y la que ha permitido al gobierno hacerse de millones de dólares en todo este tiempo, por la fijación arbitraria de retenciones a la producción agropecuaria.

El gobierno suma ilusorios planes con pases de magia. Apura estrategias una detrás de la otra. Y se desespera por el momento de salir a pregonar a los cuatro vientos lo que creen que dirán algunas encuestas que han encargado, que demostrarían que el gobierno, efectivamente, salió beneficiado con la manifestación del Bicentenario.

Como si buscara afanosamente, al mismo tiempo, borrar de la escena las inexorables imágenes de fin de ciclo que les esperan y que, en verdad, es lo que demuestran todos los sondeos serios que se divulgan. El peor de todos los ha golpeado más de una vez y es parte de aquellos esfuerzos por cambiar de ropaje para transformar en mansos corderos los que, hasta ahora, han sido lobos oliendo sangre: que Kirchner no alcanzará nunca el 40% que necesita para ganar el año que viene en primera vuelta. Y que, si tiene que someterse a un balotaje, perdería frente a cualquier rival que se le presente.

El Kirchner que se presentó en Tucumán en plan evangélico es el mismo que, debajo del palco, asegura, ahora mismo y sin papeles en la mano, que ya cuenta con un piso propio de 30% de intención de voto, y que del apoyo de una buena parte de los que fueron al Obelisco saldrá con comodidad el otro 10% que necesita para consagrarse sin sobresaltos.

Dice, entre sus incondicionales, que, de la histórica manifestación, recogerá buena parte del voto de la clase media que le ha sido esquiva hasta ahora y que fue la gran responsable de su derrota electoral del 28 de junio.

A ello le sumará, claro, el reparto gratis de millones de conversores para que esos y otros ciudadanos puedan ver el mundial de fútbol, el acuerdo con más y más cadenas de supermercados y comercios de electrodomésticos para facilitar la compra a largo plazo de televisores y otras yerbas, y el nuevo plan de obra pública que prepara silenciosamente Julio de Vido para atraer gobernadores e intendentes con la promesa de fondos nacionales, que sería anunciado en el momento oportuno; probablemente, cuando la política y el país en general se pongan de nuevo en marcha, tras el largo paréntesis que impondrá el evento deportivo de Sudáfrica. (...)".


Nº3: Se siguen con atención las expectativas de cambios de gabinete, ya que los Kirchner quieren reconciliarse con la 'clase media'. Con Guillermo Moreno en funciones, no hay reconciliación posible.

Joaquín Morales Solá en el diario La Nación:

"(...) Lo que ofende es el cinismo. La frase corresponde a un importante funcionario de Brasilia. Se refería al discurso de la Presidenta que ratificó que no existen ni existieron trabas para la importación de alimentos. Las compras argentinas de alimentos se redujeron a cero en las últimas semanas. Esa es la realidad, aunque no exista ningún papel firmado por nadie en Buenos Aires, argumentaron en Brasil. Los europeos padecen los mismos efectos de la clandestinidad del Estado argentino: no pueden hacer denuncias ante la Organización Mundial del Comercio porque no cuentan con la prueba de ningún papel oficial argentino.

La hipocresía tuvo anécdotas memorables. El gobierno argentino está frenando un envío de duraznos en almíbar de Grecia. Las exportaciones argentinas de alimentos a Grecia duplican las importaciones de ese país, castigado por una durísima crisis económica y social. La Presidenta viene de una cumbre en Madrid donde lloró por la crisis griega y culpó al capitalismo de esos estragos en la tierra de Aristóteles. Ya en Buenos Aires, despachó con increíble frialdad a los griegos y a su comercio.

Los frenos colocados clandestinamente por Guillermo Moreno deberían comenzar a funcionar pasado mañana. Fueron aprietes verbales a los supermercados y órdenes, también verbales, a los organismos sanitarios que deben autorizar las importaciones. Ningún decreto, ninguna resolución, ningún informe al Congreso sobre los cambios producidos de hecho en la política de comercio exterior del país. ¿Acaso el otrora prestigioso Indec no cayó también abatido por esas formas nuevas de la vieja clandestinidad?

Dicen que el Gobierno podría devolver a Moreno a su casa para reconciliarse con la clase media después de la algarabía del Bicentenario. Difícil. Moreno no es una reciente decisión errónea de la administración. Lleva siete años con los Kirchner y sólo ejecuta, ciego y sordo, las instrucciones del matrimonio presidencial. Cuando se vaya Moreno, ¿se quedará Kirchner?, preguntó irónico un legislador oficialista. Dicho de otro modo: ¿qué sentido tendría sacar a Moreno si Kirchner, jefe e inspirador de aquel, continuara como jefe político del Gobierno?

Amado Boudou podría ser reemplazado por Débora Giorgi cuando el actual ministro de Economía haya demostrado lo que ya es evidente: su absoluto fracaso. Giorgi, sumisa y disciplinada ante los humores de Cristina Kirchner, viene trabajando desde hace rato en una reunificación de toda el área económica de la administración. Cristina nunca se empalaga ante esas pruebas de lealtad incondicional de la ministra y le devuelve los gestos a Giorgi con referencias a ella hasta cuando no necesita hablar de ella.

Los Kirchner no hablan del futuro. No existió el porvenir en ninguna expresión del Bicentenario. Su pelea permanente es con la historia en un incesante combate cultural. Luchan por instalar una visión ideológica de las luchas armadas de los años 70, por el predominio de políticas económicas de los años '50 y, ahora, por ganarle la batalla al Centenario de 1910. (...)".


Nº4: No cesan las especulaciones acerca de quién será el líder del peronismo alternativo.

Mauricio Maronna en el diario La Capital, de Rosario, Santa Fe:

"(...) Eduardo Duhalde intenta convertirse en el candidato del justicialismo disidente apelando a una frase poco sutil: “Al loco me lo llevo en el 2011”. Mauricio Macri hizo todo mal desde que asumió, y su gestión está lacerada por errores de principiante. Francisco De Narváez (tal vez el que más voluntad política demuestra) carga con la mochila de haber nacido en Colombia, un impedimento de origen a la hora de quedar habilitado por la Justicia, de la que ahora depende. Julio Cobos y Ricardo Alfonsín están ahora ensayando el pasodoble que más les gusta a los radicales: las internas que los fagocitan.

Elisa Carrió queda consumida por la moda de las buenas ondas que brota desde todos lados.

Todos siguen mirando a Carlos Reutemann. Los reutemistas apelan a un supuesto “silencio estratégico” que se convertirá en un “sí” a fin de año. “El Lole es el único que nos puede ganar, pero no va a ser candidato si tiene que enfrentar a Kirchner”, repiqueteaban dirigentes oficialistas el viernes por la noche durante una reunión social, agrandados hasta el paroxismo por lo que ya dan como hecho consumado: el regreso de Kirchner a la Presidencia.

En verdad, el santacruceño no será candidato si en el momento de la definición los números no lo dan como ganador con chances de superar el ballottage. Para resolver ese dilema evaluará a quién tiene enfrente. Por ahora, la paleta opositora cuenta con demasiados colores y eso potencia la autoestima pingüina.

Inteligentemente, Kirchner se rodeó para superar el temporal de un núcleo duro y captó a pequeños sectores de izquierda que, sin embargo, a la hora de hacerse oír meten mucho ruido. Aunque no existan antecedentes del matrimonio arropando la defensa de los derechos humanos en Santa Cruz, llevaron para su redil a Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto, poniéndolas como mascarones de una proa cada vez más radicalizada contra los enemigos de moda: el Grupo Clarín, “la derecha” y una decena de comunicadores influyentes en la opinión pública.

El autodenominado “espacio” le sirvió a Kirchner para llegar a este mojón, pero ahora, para intentar pegar el salto hacia el anhelado 40 por ciento que lo desobligue de una segunda vuelta deberá reconquistar los corazones desangelados de un sector de la clase media (urbana y rural) que rompió lanzas hace ya tiempo. ¿Esta vez romperá el matrimonio gobernante con la máxima que indica que es más fácil para algunos cambiar de ideología que de personalidad? En la resolución de ese dilema está escrito el desenlace del relato K.

Es candoroso también dejar de lado a la economía a la hora de bosquejar escenarios para el 2011. ¿Será este respingo del consumo el inicio de una espiral inflacionaria incendiaria como pronostican algunos economistas? La inflación es ya un alerta rojo que el gobierno deberá apagar. Nadie sabe cómo lo hará en la antesala de un año electoral, que absorbe la caja como si fuera una sopapa. (...)".


Nº5: Hay que seguir con atención la ruptura dentro del kirchnerismo que provoca la decisión de los Kirchner de renovar la promoción industrial a favor de San Luis, San Juan, Catamarca y La Rioja, prologando la desventaja de Mendoza, una provincia que ahora sí podría perder definitivamente el peronismo en 2011.

Carlos Salvador La Rosa, en Los Andes, de Mendoza:

"(...) En tanto, nacía una hormiguita que mientras los mendocinos emitían protestas formales, hacían juicios creyendo en la Justicia, firmaban acuerdos extrajudiciales creyendo en los acuerdos, o besaban las manos del poder nacional creyendo en los efectos bienhechores de los besos.... esa hormiguita -hoy devenido hormigón- llamada José Luis Gioja, les juraba falsamente a los mendocinos que él no quería más promoción que la que ya había y que aceptaría dignamente su finalización.

Mientras, secretamente, hacía que todos sus hermanos, primos y tíos (o sea, todo su plantel de gobierno) recorrieran hasta el último de los pasillos del Gobierno nacional para lograr una ley (o decreto, igual da) que eternizara la promoción, a fin de que le diera tiempo de apoderarse de San Juan como los Rodríguez Saá se apoderaron de San Luis.

Por lo tanto, aunque nos afecte económicamente, nuestras felicitaciones a tantos méritos de la dirigencia sanjuanina, ante tanta ingenuidad (por decir poco) de la nuestra, que hasta trató a Gioja como un aliado político.

La promoción kirchnerista. Pero el enemigo de Mendoza no es San Juan sino un gobierno nacional que ahora -supuestamente “por izquierda”- pretende lo mismo que buscó la dictadura militar por “derecha”: Un modelo económico a favor de los amigos empresarios del poder y, básicamente, de los creados directamente por este poder político contando con el apoyo ideológico de todos sus cómplices locales, esos que acusan a los mendocinos de aldeanos o aislacionistas y les proponen “integrarse al proyecto nacional y popular”.

Es por eso que la médula, la esencia del nuevo proyecto político-económico de promoción industrial no es tanto su prolongación en el tiempo, sino el retorno (como en la dictadura) a la autorización de los proyectos y a su control impositivo por parte del Gobierno nacional, que es el que decidirá quién entra y quién sobrevive en el nuevo esquema de capitalismo prebendario. De allí el enojo de San Luis, al cual se le quita esa prerrogativa, porque también se busca afectar a los caudillos díscolos para suplantarlos por otros sumisos.

En síntesis, el kirchnerismo intentará usar la promoción industrial para el mayor enriquecimiento de sus amigos “capitalistas”, por estos pagos y para el fortalecimiento de su modelo político, mediante caudillos que reproduzcan a nivel local su “proyecto nacional”.

Se trata de un postulado estratégico, no de un parche más.

Mientras no se sintió con tanto poder para encarar tan audaz iniciativa, el kirchnerismo calmó a Mendoza con mentiras como las de Portezuelo del Viento vía Cobos o haciendo creer a Jaque que la buena letra implicaba buena paga hasta ahora, en que Kirchner se cree con fuerzas suficientes para explicitar acabadamente lo que siempre pensó de esta provincia, de su pueblo y de sus dirigentes: que Mendoza no entra en su esquema de poder, ni aún con gobiernos obedientes a todos sus designios. Que ni hoy ni nunca le importamos. Ni aun alquilando vicepresidentes, ni aun teniendo gobernadores que dan la vida por aquellos que intentan quitársela a Mendoza y los mendocinos.

Sin embargo, ni aun eso es lo peor porque Mendoza, a lo largo de su historia, supo salir de embestidas tanto o más fenomenales que ésta y seguir siendo Mendoza, aunque fuera a los ponchazos. (...)".